Los vitrales de las grandes catedrales sirvieron de inspiración
Kat Von D se dio a conocer por un reality show sobre tatuajes, pero en el 2008 decidió llevar ese mismo arte al maquillaje, creando una línea de productos súper pigmentados y de una excelente calidad que, literalmente, parecen tatuarse en la piel por su durabilidad.
Sus labiales y delineadores líquidos son de los más vendidos. Pero este otoño sorprende con una paleta de 24 sombras de la que se ha estado hablando mucho y ya finalmente salió a la luz (aunque a la venta, el próximo 19 de septiembre): “Saint + Sinner” (“Santo + Pecador”).
En su canal de YouTube, Kat explica que se inspiró en los colores de los rosetones de las grandes catedrales góticas (piensen en Notre Dame de París), cuyos tonos le parecen de lo más espectaculares cuando pega la luz del sol.
Para el empaque, diseñado por ella misma, quiso seguir en la misma línea y simular las puertas de una catedral medieval y utilizar letras góticas para la inscripción del nombre, un estilo que ya es parte de su sello personal.
Cada tono tiene un nombre religioso claramente pensado. Por ejemplo, en el lado “Santo”, destacan colores como: “Worship” (Adorar), que es un púrpura oscuro (que era el color de la manta que, según los historiadores, le fue dada a Jesús cuando fue proclamado Rey de los Judíos); “Chalice” (Cáliz), uno tono entre dorado y bronce; “Sacred Heart” (Sagrado Corazón), un rojo brillante; “Amen”, un rico tono crema mate almendrado; y “Crucifijo”, un marrón chocolate.
En el lado “Pecador”, resaltan tonos como: “Ashes” (Cenizas), un color entre gris y marrón; “Devil” (Diablo), un rojo son subtono anaranjado; “Relic” (Relicario), un metálico dorado; y “Stigmata” (Estigmas), un rojo brillante.
Lejos de querer hacer una ofensa o trivialidad religiosa, Von D aclaró que ella lo que quería era honrar a las grandes iglesias y catedrales porque, según ella, son de las obras arquitectónicas más inspiracionales de nuestra historia. Asimismo, aseguró que no se trata de un lado del “bien” y otro del “mal”, sino que quería representar esa dualidad humana en la que todos nos debatimos porque tenemos algo de “santos y pecadores”.
Aunque ella actualmente no se declara una mujer religiosa, fue criada en un hogar profundamente creyente Adventista del Séptimo Día. Kat nació en México pero sus padres son argentinos y cuando era muy pequeña se mudaron a los Estados Unidos, donde siempre profesaron su fe como misioneros; incluso, ella tuvo que huir de su hogar cuando era una adolescente para convertirse en tatuadora porque sus papas no lo aprobaban. Sin embargo, hoy en día llevan una muy buena relación, y hasta dos de sus hermanos trabajan con ella.
Como todos sus productos actuales, esta paleta (que costará $62) es vegana y libre de crueldad (es decir, no es probada en animales, ni siquiera los rojos, que son los más difíciles de lograr sin triturar insectos carmesí).
Cosméticamente hablando, es una paleta con un amplio espectro de colores que te permitirá lograr una enorme cantidad de looks y, si es como las otras de Kat Von D, los colores serán súper intensos y fáciles de aplicar.
Religiosamente, claro que hay algo de controversia porque coloca en el lado de los pecadores, por ejemplo, a los ministerios, y yo por lo menos lo relaciono inmediatamente con los casos de abuso infantil. Sin embargo, me parece que la inspiración de las catedrales es interesante (porque de verdad que los colores de los vitrales de cualquier iglesia son hermosos) y el empaque es sencillamente espectacular. Así que no me extraña la fascinación que ha causado esta paleta. Un extraño tributo que el mundo de la moda actual rinde al cristianismo…