El suelo de la plaza San Pedro está compuesto por 2 millones de “sampietrini” (adoquines), pero uno tiene una gran particularidad, por supuesto como caracteriza Roma, llena de leyendas urbanas.
Este adoquín mide alrededor de 10 x 10 cm. y es llamado el “corazón de Nerón”, denominado así por los niños que jugaban con una pelota de trapo, cuando en aquellos tiempos era posible cuando videojuegos y celulares no existían.
Bueno eso es un misterio. Algunos dicen que fue Miguel Ángel que al tener el corazón roto por un amor no correspondido grabó ese corazón como atravesado por una daga, cosa que es muy improbable ya que los adoquines están allí desde el 1600.
Otros dicen que fue el extraordinario Bernini, autor de la columnata de la plaza, añorando el amor verdadero que nunca llegó. También se dice que fue una mujer para recordar a su marido condenado a muerte injustamente, o un “garibaldino” después del discurso que realizó Garibaldi en la misma plaza el 2 de julio de 1849, antes de volver a partir desde Roma, sancionando así el final de la famosa “República Romana”. ¿Quién lo sabe?
Una hipótesis para los expertos en epigrafía latina, es que el corazón de Nerón sea el reciclado de una piedra antigua que contenía originariamente una escrita latina y que el corazón visto al contrario sea la figura de una hoja de “hedera distinguens” (hiedra), pero es demasiado grande para estar dentro de una tablilla con escritura romana.
Siguiendo la posibilidad que sea una planta y no un corazón, se cree que fue obra del astrónomo y experto naturista el abad Filippo Luigi Gilij. En 1789 había escrito el libro de botánica: "Osservazioni fitologiche sopra alcune piante esotiche introdotte in Roma", (Observaciones fitológicas sobre algunas plantas exóticas introducidas en Roma”) y en uno de los dibujos de sus estudios aparece una de sus plantas cultivadas por él por primera vez con semillas que llegaban de América del Sur a la que denominó "solanum lycopersicum pyriforme", el tomate perita.
Como fue Gilij que ubicó toda la disposición de la rosa de los vientos alrededor del obelisco que lo transforma en una gran meridiana; y este corazón o “tomate” justamente está dentro de la figura del viento Libeccio que sopla al sureste, se pensó que fue el astrónomo a colocarla para hacer honor a esta planta “exótica”. Sólo que si vemos al contrario el tomate perita comparado con el corazón, no tiene la misma forma.
En conclusión cómo ha llegado el “corazón de Nerón” allí hasta ahora sigue siendo un misterio, aunque sigue generando historias románticas entre los romanos hasta hoy.
Algunos muchachos para conquistar su amada las llevan hasta el lugar donde se encuentra el “corazón” diciéndoles “mira lo que he tallado para ti”…Alguna chica inocente habrá seguramente caído en los brazos del muchacho, obviamente esto funciona si ella desconoce todas las leyendas que rodea a este corazón escondido entre 2 millones de adoquines