En Argentina hay más de 40.000 bomberos voluntarios, repartidos en 900 cuarteles de todo el país.Un bombero nunca se pone en primer lugar. Está en el ADN del bombero el estar solicito a dar la vida por los demás. Y Gabriel Molina, jefe de delegación de un cuartel en La Falda, Córdoba, Argentina, no es la excepción. Y pese a los pedidos médicos, decidió postergar un tratamiento oncológico para ayudar a controlar con sus compañeros un incendio en la sierra.
Gabriel Molina tiene 53 años, y es bombero desde hace 35. En la Argentina, como en muchas partes del mundo, gran parte de los cuarteles son integrados por bomberos voluntarios. Él es uno de ellos, pese a que por sus funciones percibe una mínima asignación en forma de beca.
Desde enero de este año combate, sin haber dejado de hacer lo propio contra incendios, su batalla contra el cáncer de colon. Y aún cuando la recomendación médica supondría otra cosa, y sabe que los médicos le harán saber que no debería haber ido, acompaña a sus compañeros de cuartel que junto a otros 60 cuarteles en la lucha contra el fuego en su Punilla natal y en Sierras Chicas.
A días de una cirugía posterior al tratamiento, se expuso a ambientes nocivos para cualquiera para apagar los fuegos junto a más de 180 voluntarios como él. “No se puede no estar aquí. Esto es como los jugadores, que no pueden evitar jugar. A nosotros nos pasa lo mismo”, aseguró al canal El Doce, de Córdoba. “No podés estar durmiendo si sabes que hay fuego y tus compañeros están trabajando. Es imposible”, aseguró.
Su familia también le reprocha, pero él siente que de esta manera muestra que está bien. “Estar acá también es una manera de despejarme, de pensar en otra cosa. La familia se enoja pero es más fuerte que uno”, explicó al diario La Nación.
En la Argentina hay más de 40 mil bomberos voluntarios, repartidos en 900 cuarteles de todo el país. Como Gabriel, no cobran nada por arriesgar cotidianamente su vida en el control de los fuegos. Todos necesitan otros trabajos rentados, que incluso suelen perder por la alta exigencia que su servicio gratuito como bombero implica.
Suelen contar con el apoyo de los vecinos, que conocen y agradecen su disponibilidad. Y en algunos casos, cuentan con algunos elogios que los enaltecen. En un reciente encuentro con la Organización de Bomberos Americanos, entidad que nuclea a 28 instituciones bomberiles de 17 países, el Papa Francisco bromeó: “Yo todos los días le pido a Dios, cuando rezo, que a ninguna persona le falte trabajo. Pero para ustedes… ¡le pido que nunca tengan!”.