La posada Emily fue inaugurada con el fin de albergar a niños paraguayos vulnerables La generosidad del matrimonio norteamericano integrado por Claire Nalley y Richard Nalley (directores de Manitos USA) redundó en una obra de amor y solidaridad. Es que en honor a su pequeña hija Emily, que sufrió la enfermedad del cáncer y murió con tan solo cuatro años en el año 2006, fue posible la inauguración recientemente en Paraguay de una posada que lleva el mismo nombre.
El lugar se encuentra a poca distancia del Instituto Nacional del Cáncer (INCAN) y permitirá a niños que atraviesan por etapas de revisión clínica y tratamiento de cáncer de reposar en un lugar sereno y lleno de cariño.
Debido a esto, con la habilitación de la posada, los niños de bajos recursos podrán hospedarse en el lugar junto a un familiar, recuerda La Nación.
Entre las locaciones de esta casa tan especial se destaca el jardín, un pequeño parque y ocho habitaciones.
Pero para hacer el sueño posible también fue fundamental la colaboración tanto de la Fundación Manitos como de la Fundación San Peregrino, además de la donación de mobiliario y electrodomésticos.
Al mismo tiempo, la inauguración no estuvo exenta de solidaridad, pues contó con una bendición sacerdotal y con la presencia de la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura, famosa por su trabajo de integración también con niños y jóvenes vulnerables.
En tanto, la confirmación del amor y solidaridad de este particular hogar se hizo más que latente en el testimonio de beneficiarios de la iniciativa. Entre ellos, tal cual recoge La Nación, una integrante de un pueblo originario, proveniente del departamento Presidente Hayes, cuyo hijo de 17 años encontró un lugar de estímulo y apoyo en este albergue.
“Estamos muy contentos por encontrar este lugar, para nosotros es muy difícil viajar desde lejos. Desde que se operó mi hijo, hace 17 días que estamos aquí”, expresó.
De esta manera, a través de esta casa de tan especial es posible dar ejemplo de que ante la enfermedad y el dolor siempre hay alguien dispuesto a mirar y pensar en las necesidades más profundas. En este caso el cáncer, la lejanía y las familias. Hoy toca a los niños que realizan tratamientos específicos en el INCAN. Mañana puede ser en otro lugar, pasado también y así sucesivamente.
Con información en base a La Nación de Paraguay