Decálogo de una comunidad samaritanaLos huracanes y los terremotos que han azotado recientemente El Caribe, México, Centroamérica y Estados Unidos, así como el traumático asesinato masivo de Las Vegas, han propiciado acciones de carácter heroico por parte de la sociedad civil y, aún, de los cuerpos de seguridad de países tan distintos como pueden ser Estados Unidos o Barbuda.
Cientos de historias de personas que dejaron toda su seguridad para asistir a los damnificados, que se cuentan por miles, sobre todo en El Caribe y en México, se acumulan y aparecen día con día en los periódicos.
Sin embargo, es necesario que esta actitud de amor al prójimo no quede, nada más, en periodos de extrema necesidad, sino que se multiplique día con día.
Es más, se ha visto cómo, por ejemplo en México, ejemplos contrarios a la caridad se han producido aprovechando la tragedia (el caso de los jóvenes de la Fundación Papa Francisco Pro-Felicitas que fueron asaltados a balazos camino a Oaxaca para ayudar a los habitantes de esa región que sufrieron el terremoto de 8.2 grados Richter, es emblemático).
Cáritas de Querétaro IAP, en el centro de México, ha publicado, en el periódico “Comunión” de la diócesis de Querétaro, un interesante decálogo sobre una comunidad samaritana, es decir, una comunidad que, sin importar quién es el otro más débil y más desfavorecido, lo ayuda, porque en él ve a Jesús.
Por su interés para toda la región, hoy sacudida por el último de los huracanes, el ciclón Nate que ha dejado muerte en Centroamérica y se dirige, con categoría 3 hacia los estados de Alabama y Mississippi en Estados Unidos, y anteriormente por los terremotos del 7 y el 19 de septiembre en México así como por los huracanes Harvey, Irma y María, publicamos este Decálogo de la Comunidad Samaritana.
1. Estarás atento a los signos de los tiempos, con mirada compasiva e incluyente.
2. Vivirás una fe comprometida y coherente con el necesitado.
3. Te harás prójimo del necesitado con amor, ternura y compasión.
4. Te despojarás de todo protagonismo, reconociendo que nuestro poder está en servir.
5. Fortalecerás la acción de la caridad con madurez espiritual e integración humana.
6. Promoverás la práctica responsable de comunión.
7. Establecerás una relación de persona a persona con el necesitado, reconociendo su libertad y dignidad.
8. Asumirás los sentimientos de Jesucristo, imitando lo que él hizo.
9. No basarás tu servicio en el dinero, en cargos o en estructuras caducas.
10. Animarás a otros en la construcción del Reino.