En una biografía de Santa Clara de Asís se cuenta la historia de una mujer que sufría gravemente de una tos aguda, y que vio aparecer a la santa ofreciéndole una focaccia para que comiese.
La mujer aceptó el plato con mucho temor porque era un viernes en el que se hacía ayuno, pero viendo que era convidada por tan nobles y humildes manos, comió hasta saciarse, y desde ese momento no sufrió más de tos.
La focaccia es como una torta de pan cocinada antiguamente en un recipiente de estaño sobre la leña. Es una receta original de la cocina umbra de Italia, muy fácil de hacer con la receta básica que aquí te presento. Le puedes agregar a la masa una papa hecha puré, o condimentarla con romero, aceitunas, o tomatitos cherry.
Para hacerla necesitas los siguientes ingredientes:
500 gr. de harina de fuerza
1 cucharadita de azúcar
1 cubito o sobrecito de levadura de cerveza
Aceite de oliva
Sal
En un recipiente mezclar la harina con el azúcar y una pizca abundante de sal. Agregar 3 cucharadas de aceite de oliva y la levadura disuelta previamente en medio vaso de agua tibia.
Trabajar hasta obtener una masa blanda y homogénea.
Dejar reposar tapado con un trapo de cocina durante 45 min.
Dividir la masa en 2 partes iguales y estirarlas hasta que tenga un espesor de 2 cm. y dejarla levar por media hora más.
Cocinar las dos masas estiradas a horno moderado durante 15 min.
Un pan muy sencillo, como la misma santa Clara de Asís, que se hacía llamar la “humilde planta del bienaventurado Padre Francisco”