Surgen acusaciones sobre “trabajo esclavo” en Brasil y maltrato animal, según una investigación alemana Son una verdadera delicia en todo el mundo. Tanto niños como adultos disfrutan al abrir un paquete con estos famosos ositos de goma comestibles de la empresa alemana Haribo, pues suelen ser multicolores y tener variedad de sabores.
Sin embargo, por estos días -donde el consumo de caramelos y golosinas crece a nivel internacional (Halloween) y retumba el famoso dulce o truco (trick-or-treat)- una investigación de la televisión pública ARD (una de las organizaciones de radiotelevisión pública más grande de la Unión Europea), en el programa “Markencheck” (Control de Marcas), generó una serie de interrogantes que conmovieron a la opinión pública.
Entre otras cosas, además de aspectos vinculados a las cantidades de azúcar (100 gramos de ella contienen 46 gramos de azúcar), la investigación dio cuenta de una serie de fallas en el sistema de control de calidad que ponen el foco en Brasil. Es en este país sudamericano, en algunos estados pobres del noreste, donde los investigadores alemanes hicieron foco en la obtención de unos de los ingredientes de esta golosina (cera de carnauba), encargado de darle brillo a los ositos.
Precisamente, este material importado por una empresa que se lo vende a Haribo esconde condiciones de trabajos muy duras, que involucra incluso a niños, y que conlleva peligro para la propia vida.
“Visitamos a los trabajadores, en las profundidades de la jungla, a casi 40 grados a la sombra. Con postes de 12 libras cortaron troncos de palma. Los tallos caídos pueden causar lesiones graves con sus espinas. Es un trabajo duro por poco dinero, nos dicen los trabajadores”, indica la investigación.
El propio ministerio de Trabajo de Brasil, en entrevista con la televisión pública alemana, reconoce la gravedad de estas condiciones de trabajo y hasta hace referencia a la “similitud con la esclavitud”.
“Las condiciones de trabajo son inhumanas. Entonces, algunos de los trabajadores tendrían que dormir afuera o en camiones y no habría agua potable limpia. Estas son condiciones que, de acuerdo con el Código Penal brasileño, cumplen las condiciones similares a la esclavitud”, afirman los responsables de la investigación.
“Las condiciones de trabajo en las granjas en Brasil nos parecieron espantosas”, concluyen quienes acudieron al lugar para elaboran este documental.
Documental en alemán
¿Maltrato animal?
Es otra de las puntas vinculadas a este trabajo de la televisión pública alemana, pero esta vez involucrando a estancias establecidas en la propia Alemania. Justamente, para la elaboración de estos ositos se utiliza un símil de gelatina (gelita) que es elaborada con piel de cerdo.
En el documental es posible apreciar a animales viviendo en condiciones de hacinamiento, maltratados y heridos e incluso conviviendo con otros que ya están muertos.
Una vez que salieron a la luz estas denuncias la empresa Haribo emitió un comunicado en el que afirma desconocer la situación planteada.
“Agradecemos su sugerencia y seguiremos de manera proactiva este problema a través de nuestros proveedores. Somos una empresa que quiere hacer felices a los niños y adultos, y no podemos y no aceptaremos ignorar los estándares sociales y éticos”, señala.
Ojalá esta investigación pueda dar cuenta con los puntos sensibles y generar más conciencia con respecto a las marcas y su responsabilidad a la hora de asegurarse que las empresas que les sirven cumplan con las condiciones laborales necesarias, pues en el fondo, más allá de un dulce que busca hacer feliz a niños y adultos, hay un gran tema de respeto por la dignidad humana.