¿Tradición o decisión?Sin duda, los duques de Cambridge son una de las parejas reales más queridas del siglo XXI. Y no sólo eso, también se les considera todo un ejemplo de matrimonio joven. Sin embargo, hay algo que a muchos le llama la atención: ¿Por qué Catalina Middleton sí usa un anillo de casada (debajo del enorme zafiro de compromiso que primero le perteneció a Diana de Gales) y el príncipe Guillermo no?
Lo curioso es que desde el 2011, antes de la ceremonia, para evitar este tipo de rumores y cuestionamientos (aunque, por lo visto, sin demasiado éxito), el palacio St. James emitió un comunicado donde informaba que él no usaría una alianza matrimonial por “preferencias personales”.
Según varios cronistas reales, se debe simplemente a que a Guillermo no le gustan las joyas para hombres, una cuestión que, por cierto, quizá tenga que ver con una antigua tradición inglesa de las clases pudientes.
Te puede interesar:
Kate Middleton usa este remedio casero para calmar las náuseas de su embarazo
Hace siglos atrás, los hombres de “sangre azul” consideraban que los “verdaderos hombres” no debían usar joyería, a menos que fuera un anillo con un sello o troquel familiar. De hecho, el auge de los anillos matrimoniales masculinos se dio fue en la Segunda Guerra Mundial, cuando los soldados querían tener una especie de recordatorio de sus esposas mientras estuvieran en el campo de batalla. Desde entonces, la gran mayoría de los británicos que se casan utilizan anillo.
Pero el duque de Cambridge no es el único de la familia real sin alianza nupcial. Su abuelo y esposo de la reina Isabel II, el príncipe Felipe de Edimburgo, tampoco ha usado una en sus casi 70 años de matrimonio aún cuando la monarca sí porta una. Mientras que el príncipe Carlos, si bien utiliza un aro de oro (tanto casado con Camila como cuando lo estaba con Diana), lo hace en el dedo meñique, justo debajo de su anillo con el emblema del príncipe de Gales.
Para algunos, resulta curioso que Guillermo, que es considerado el futuro moderno de la monarquía británica, haya optado por una práctica aristocrática del pasado. Sin embargo, para otros, simplemente representa que él y Catalina no necesitan un anillo para gritarle al mundo que están felizmente casados (después de todo, su ceremonia fue bastante pública y está más que comprobado, incluso en la familia real, que un anillo no es sinónimo de fidelidad ni mucho menos de un final feliz) y así como la duquesa decidió omitir el voto de obediencia, él no quiere llevar una pieza de joyería, no tanto por la tradición, sino porque en verdad simplemente no le gusta llevar un anillo y quiere seguir su voluntad (y eso sí que es moderno en las monarquías).
Te puede interesar:
Vestidos de novia que cambiaron el mundo de la moda