Desde la Iglesia San Ignacio (Medellín) tiene algo muy importante que anunciar Tras un sueño profundo y prolongado finalmente despertó. Se trata del histórico reloj ubicado en la Iglesia de San Ignacio de Loyola en el centro de la ciudad de Medellín (Colombia).
A su costado está la Plazuela de San Ignacio y es desde ahí, así como de otros lugares cercanos -y hasta un poco más alejados- que cualquier transeúnte ya puede sentir su compañía especial con tan solo elevar la mirada.
Es que luego de 40 años –tiene más de 130- se volvió a poner en funcionamiento esta delicada pieza con cuatro caras -que miran hacia los cuatro puntos cardinales de la ciudad- gracias al trabajo en conjunto de la Caja de Compensación Familiar de Antioquia (Comfama), la Universidad de Antioquia y la Arquidiócesis de Medellín.
Según el historiador Germán Suárez Escudero, en diálogo con El Colombiano, fue el segundo reloj público que se instaló en la famosa ciudad colombiana –en el año 1885- cuando se hizo el traspaso de los Hermanos Franciscanos a los Jesuitas.
“Era el tiempo del obispo monseñor Bernardo Herrera Restrepo, quien se esforzó para conseguir la llegada de los hermanos de la Compañía de Jesús a encargarse de la educación y establecieran el colegio de San Ignacio”, expresa.
Pero la labor de las tres organizaciones –a través de un acto denominado Llegó la hora- permitió recientemente darle cuerda a este instrumento patrimonial que engalana la ciudad, pero que despertó para decirle algo más a su gente.
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“El reloj va a anunciar con sus campanas que estamos aliados, que estamos juntos y que vamos a trabajar por este centro, que es el distrito cultural y patrimonial San Ignacio, que somos los que estamos acá en este barrio”, expresó a H13N Sergio Restrepo, gerente del Claustro Comfama.
Precisamente, en la zona donde está ubicado este maravilloso templo conviven otros lugares de suma importancia como el Teatro Matacandelas; la iglesia de San José; el Pabellón del Agua, el bachillerato de la Universidad de Antioquia, entre otras.
“Esta cuadra, la de los tres edificios —considera Sergio Restrepo a El Colombiano, es importante porque en ella nació el pensamiento de la ciudad hace más de doscientos años. Desde 1803 hasta hoy ha sido la casa de las ideas”.
Y de alguna manera, la puesta en marcha de este reloj –además de marcar el ritmo y la hora exacta- representa un llamado de unidad para seguir trabajando en la revitalización de este distrito cultural fuertemente arraigado a la figura de San Ignacio de Loyola.
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Un nuevo tiempo comienza para ese lugar de Medellín y para su gente, pues con este magnífico despertar también llegó la hora de la unión y la integración de los defensores de la riquezas patrimoniales y culturales.
Con información de El Colombiano y HI3N
