La obra más cara del mundo 382,1 millones de euros, es un retrato de CristoHace largo tiempo que se sabe de la existencia de la pintura Salvator Mundi (Salvador del mundo), del artista renacentista Leonardo Da Vinci, pero durante años los historiadores del arte daban por supuesto que había sido destruida.
Y así se creía hasta que el propietario de la pintura, cuya familia la había adquirido en una subasta por 45 libras en 1958, la llevó a manos del marchante de arte Robert Simon en Nueva York, en 2005.
Al principio, según informó CNN, Simon pensó que la pintura podría ser obra de colegas o discípulos de Leonardo, algo que de por sí ya la habría convertido en una obra de arte valiosa.
Después de eliminar unas capas de barniz y pintura del lienzo, Simon y la restauradora de arte Dianne Dwyer Modestini empezaron a tener el pálpito de que la pintura, que representa a Jesucristo con un orbe de cristal en una mano y con la otra mano alzada en gesto de bendición, era obra del gran maestro en persona.
¿Qué les puso sobre aviso?
Para empezar, estaban los pentimenti, unas correcciones repintadas pero visibles bajo una luz especial, sobre la manera en que se posicionan los dedos de Cristo y los pliegues de su estola. Da Vinci a menudo añadía correcciones a medida que experimentaba con cómo representar las figuras en el espacio.
Y luego estaban los rizos de Jesús.
“Miraba los rizos y a san Juan Bautista en el Louvre, que tiene una cabellera enorme de rizos, y eran exactamente iguales”, comentó Modestini a la CNN.
Cuando el historiador del arte de Oxford Martin Kemp acudió para ayudar en la autenticación de la pintura, contó a ARTINFO que supo al instante que la pintura era un Leonardo.
“Estaba bastante claro. Tenía ese tipo de presencia que tienen los Leonardos. La ‘Mona Lisa’ tiene esa presencia”, afirmó.
La pintura, que es uno de los solamente 15 óleos de Leonardo que se conservan, fue realizada para Luis XII de Francia entre 1506 y 1513. Su existencia fue documentada por primera vez en la colección de arte del rey Carlos I de Inglaterra en 1649.
Después de que Carlos fuera ejecutado y la monarquía inglesa abolida, la pintura fue vendida y terminó en manos del duque de Buckingham, cuyo hijo la vendió en una subasta. En 1900, sir Frederick Cook adquirió el lienzo, que por entonces había quedado dañada por malas restauraciones; los descendientes de Cook la malvendieron en 1958.
Después de ser expuesta en la National Gallery y el Hermitage en San Petersburgo, la pintura fue vendida a un coleccionista ruso, Dmitry Rybolovlev, por 127’5 millones de dólares, convirtiéndola en el Leonardo más caro de la historia. No quedó ahí la cosa.
Ahora el coleccionista ruso Dmitry Rybolovle la ha subastado en Christie’s y el resultado de la puja ha sido todo un record: 450,3 millones de dólares (unos 382 millones de euros). El retrato “perdido” de Jesús se convierte así en el cuadro más caro de la historia.