Una pieza que llegó para revolucionar el guardarropa femeninoSin duda, es uno de los vestidos más favorecedores que cualquier mujer puede tener en su clóset. No importa si eres flaca, gordita, con poco busto, alta o bajita… el corte del vestido envolvente o “wrap dress”, generalmente, le queda bien a todas.
Lo interesante es que, inicialmente, se trataba de una blusa con una falda, pero finalmente la diseñadora decidió que mejor lo convertía en un solo vestido que fuera simple pero práctico y sexy. Sin duda, ¡la mejor decisión que pudo tomar!
Su historia se remonta a los años 70. Diane von Furstenberg (DVF) llegaba a Nueva York con una maleta llena de vestidos de jersey que había logrado confeccionar en la fábrica de su amigo Angelo Ferretti en Italia.
La entonces joven belga casada con el príncipe Egon von Furstenberg contó con el apoyo de la editora de Vogue Diana Vreeland (la misma que ayudó a Carolina Herrera), quien la ayudó a entrar en los círculos más selectos de la moda neoyorquina con sus colecciones de líneas simples pero elegantes.
Fue en 1974 cuando se le ocurrió la idea del vestido envolvente para ofrecerle a las mujeres una sola pieza que fuera versátil, favorecedora y fácil de llevar. Suena milagroso pero lo consiguió con este tipo de vestido que, enseguida, se volvió un éxito, logrando vender más de 5 millones de unidades en menos de dos años.
Chicas comunes, celebridades, empresarias… ¡todas querían uno! Incluso la actriz Cybill Shepherd utilizó uno de sus modelos en la película Taxi Driver (1975). “No tenía ni idea que se convertiría en un fenómeno. Le permitía a la mujer ir al trabajo y aún sentirse femenina. Fue una pieza que me empoderó a mí como diseñadora y a muchas mujeres como seres humanos”, confesó von Furstenberg en una ocasión, agregando que también la ayudó a pagar las facturas y la educación de sus hijos luego de divorciarse.
Y es que el momento para lanzarlo también fue de gran ayuda. Justo cuatro años antes había llegado al Congreso de los Estados Unidos la enmienda que garantizaba la igualdad de derechos para las mujeres y, además, todos los 70s estuvo marcado por un fuerte movimiento de liberación femenina.
Precisamente esa es la promesa del vestido envolvente de DVF: una pieza que te permite estar cómoda (porque es de jersey) pero al mismo tiempo bella y femenina, que no te obliga a tener cierto tipo de figura para que te quede bien, que es fácil de quitar porque no tiene cremalleras ni botones y que te da independencia porque te sirve tanto para una reunión laboral como para irte a tomar unos tragos con tus amigas o tener una cita romántica sin mucho esfuerzo.
Sin duda, uno de los artículos más democráticos de la historia de la moda contemporánea que hará que ahorres tiempo para permitirte enfocarte en todo aquello que sueñas lograr sin sacrificar presencia y estilo.