No te conviertas en esa persona de la que todos hablarán después por ese atuendo tan “particular”Siempre que vienen las típicas fiestas de esta temporada en las oficinas pienso en esa escena del Diario de Bridget Jones donde ella recuerda la vergüenza que pasó el año anterior cuando se emborrachó y cantó en el karaoke frente a su jefe, Daniel Cleaver.
Esa es precisamente la situación que debes evitar… y no sólo por tu consumo de alcohol, sino también por la forma en que te vistes.
Algunas mujeres creen que es el momento perfecto para sacar a relucir su lado más sensual e impresionar a sus colegas… y no, eso podría mandar un mensaje equivocado y echar a perder todo por lo que has estado trabajando este año.
Como decía la comediante norteamericana Phyllis Diller: “Lo que no me gusta de las fiestas navideñas de la oficina es tener que buscar otro trabajo al día siguiente”.
Lo más probable es que los altos ejecutivos de la empresa estén presentes ese día y querrás que te recuerden a ti, no a “aquella mujer que llevaba la minifalda de lentejuelas verdes”.
Además, ten en cuenta que lo más probable es que esa fiesta sea justo después del día de jornada laboral, así que debe ser un atuendo que funcione para ambas situaciones, quizá llevando uno que otro accesorio que pueda darle un toque más glamoroso a tu look para el momento de la fiesta.
Por ejemplo, puedes optar por unos lindos pantalones de tela o una falda tipo lápiz (nunca por encima de la rodilla) con un top de seda que, en el día, puedes usar con un par de ballerinas y para la fiesta ponerte unos lindos zapatos de tacón alto.
También puedes cambiar tus aretes, usando unos largos para el momento de la fiesta o un anillo de impacto para esos momentos de brindis y celebración.
¿Te da tiempo de ir a casa y cambiarte? Igual, respeta el tipo de fiesta (si hay una invitación formal, seguro está escrito el código de vestimenta), el lugar y los valores de la empresa.
Si bien Navidad es sinónimo de brillo, la fiesta de la oficina (a menos que trabajes en el campo de la moda) no es el lugar para las lentejuelas o los apliques con grandes destellos…
Puedes optar por un top metalizado, pero siempre cuidando que sea algo apropiado y no una prenda que usarías para salir el viernes en la noche con tus amigas o a bailar con tu pareja.
No se trata de ser aburrida, pero sí de ser pertinente.
Tampoco es que tienes que uniformarte con el clásico vestidito negro (aunque no deja de ser una buena opción con los accesorios correctos), puedes optar por colores más ricos que son tendencia en esta época, como el borgoña.
Evita el llamado ugly sweater (ese con el venado como el de Mark Darcy para seguir en la onda referencial de Bridget Jones) y los accesorios literalmente navideños (como bufandas que combinen el rojo y el verde o aretes de arbolito), ya que no dan una imagen seria y madura en el campo laboral. ¿Te dan un gorro de Santa en plena fiesta como parte de la celebración? Eso ya es otro tema, pero no llegues tú disfrazada desde un principio.
En cuanto a los cortes, las reglas básicas son: no escotes muy pronunciados, no minifaldas, no ropa demasiado ajustada, no transparencias y no exagerar con los faralaos u otro tipo de detalles.
En cuanto a la cartera y los zapatos, aquí es donde puedes ser un poco más creativa… Puedes elegir que uno de los dos sea una pieza interesante de diseño o vintage que realmente resalte entre la multitud, pero no por su estridencia, sino por su carácter original o historia (y no, esas plataformas con tachuelas que despiertan tu Carrie Bradshaw interior no entran en esta categoría, esas mejor déjalas para una fiesta con amigos).
En cuanto al maquillaje, trata de mantenerlo elegante, pero al mínimo.
Está bien que tus compañeros vean un ligero cambio a lo que están acostumbrados, pero tampoco es el momento de una transformación de maquillaje como si te hubieras puesto todos los productos que no usaste en todo el año.
Yo dejaría a un lado los smoky-eyes y me iría por un maquillaje de ojos neutro, rubor, máscara de pestañas y un lindo labial (no fucsia, pero sí puede ser un rojo quemado, siempre cuidando que el pigmento sea de larga duración o retocarlo de vez en cuando).
La idea es que le des un toque extra al maquillaje que usualmente llevas, resaltando lo mejor de tus facciones.
Y, por último, un toque de perfume y la actitud… Es cierto que al estar en una fiesta puedes estar más relajada, pero no olvides que sigue siendo un evento de tu oficina, donde igual tus jefes te estarán observando y no querrás convertirte en la historia que todos comenten en los meses (o, peor, años) venideros.
Eso sí, que eso no te intimide a la hora de compartir, agradecer, disfrutar y mucho menos celebrar los logros alcanzados por ti y tu equipo durante este año… Estoy segura de que has trabajado duro y ¡te lo mereces!
