Se ha convertido en un punto de referencia para los habitantes de la localidad de Luque “Pesebre Hidráulico”. Con ese nombre se conoce una tradición que data del año 1953 en la localidad paraguaya de Luque, Departamento Central, una histórica ciudad que supo ser la capital de la República en el año 1868 durante la Guerra de la Triple Alianza.
Pero para entender mejor de qué se trata todo esto de un pesebre (belén) movido a fuerza de agua hay que tener presente un nombre: Esteban Sabaté, un luqueño mentor de la idea que comenzó a deleitar a los lugareños hace más de 50 años con la construcción de un pequeño pesebre debajo de un parral.
Con el transcurso de los años, aquel pequeño emprendimiento se ha transformado en una obra gigante y está integrado por más de 200 piezas.
Esteban falleció, pero su hijo que lleva su mismo nombre, también unto a sus cuatro hijos, decidió continuar con la tradición y ha logrado que el “Pesebre Hidráulico” -que contiene todas las piezas típicas de un belén paraguayo y aparecen personajes como el carpintero, artesano y agricultor, entre otros- sea un punto de referencia en la localidad de Luque.
Es por ello que cuando llega el tiempo de Navidad la familia se moviliza en conjunto para preparar todos los detalles y seguir haciendo crecer al gigante pesebre.
Pero otra de las revelaciones de Esteban (hijo) es que el objetivo principal de sus padres a la hora de desarrollar esta propuesta “era inculcar el amor al Niño Jesús”, recuerda ABC de Paraguay, medio local que se encarga de reproducir esta bella historia.
“Desde que era chico, cuando papá instalaba el pesebre yo siempre le pedía salud y en toda mi vida nunca sufrí ninguna afección que requirió una internación o inyección. Además, siempre le pido que proteja a mis hijos y todos son jóvenes de bien”, puntualizó Esteban a ABC.
Este año el “Pesebre Hidráulico” tiene un nuevo personaje. Se trata de la figura de “un ayudante para lijar la madera”, pues en el pesebre ya aparecía la figura de un carpintero. Pero lo más emotivo es que esta figura fue desarrollada por Arturo, nieto de aquel innovador paraguayo hace más de 50 años e hijo del continuador de esta gran tradición familiar.
Cada año más de 2000 personas visitan diariamente el pesebre y los turistas tienen la posibilidad incluso de deleitarse con artistas y villancicos.
Un inmejorable atractivo de una ciudad que también presenta otras propuestas como la histórica Iglesia de la Virgen del Rosario (lugar que se erigió en capilla en el año 1750 y se terminó de construir en 1939).
También ofrece la posibilidad de conocer la estación de tren de Luque –lugar histórico en Paraguay-, además de otros como el Centro Cultural Indígena y el Parque Ñu Guazú.
Pero sin dudas, en este tiempo, la cita ineludible es este singular pesebre, una idea cargada de amor y tradición que te tocará el corazón.
Con información de ABC y portal BienvenidoParaguay