Muere una de las alfareras más prolíferas de América Latina Con sus manos hacía maravillas y para ello Rosa Benítez solamente necesitaba un poco de barro. Precisamente, una de las características más destacadas de esta famosa artesana (alfarera) paraguaya tenía que ver con un particular estilo y obras con un común denominador: el “barro negro”.
Para Francisca Rosalina Brítez -conocida de forma artística simplemente como Rosa Brítez- no había obstáculos a la hora de crear figuras representativas que iban desde seres de mitología, el Sol y la Luna, pero también animales y pesebres, además de algunas otras obras atrevidas con formas de parejas de enamorados.
Rosa aprendió el oficio de alfarera de la mano de su tía, quien se hizo cargo de ella luego de que perdiera a su madre a la edad de seis años.
“Yo aprendí de mi tía Simeona Cáceres Vda. de Farías, a los seis años; es un arte que se transmite de generación en generación”, contó una vez Rosa, reproduce un reportaje de Última Hora.
Pasaron los años y su ofició tomó vuelo hasta cobrar dimensiones artísticas, aspecto que la llevó a trascender fronteras. No en vano, en el año 1989 fue distinguida en Estados Unidos con el título de “ceramista de América”, algo que a la postre sería su sello de identidad.
Años más tarde, en 2014 la Cámara de Diputados de Paraguay la distinguió con la Orden Nacional al Mérito Comuneros. Bajo el patrocinio de la Secretaría de Cultura y el Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA) recorrió varios países del mundo exponiendo su obra.
Pero Rosa también se destacó en lo más sencillo y cotidiano por formar junto a su esposo una familia numerosa. Madre de 13 hijos, abuela de más de 20 nietos y bisabuela de otros tantos.
Durante la madrugada de este miércoles, a los 76 años, Rosa Brítez murió debido a una neumonía agravada que la tenía internada en un hospital desde hace dos meses.
Pero durante su vida ha dejado un enorme legado artístico cargado de profesionalismo, pero también de humildad, pues de alguna manera siempre se encargó de que sus trabajos no tuvieran un precio inalcanzable y hasta final se destacó por una férrea defensa de los artesanos de su país.
El pueblo paraguayo, los artistas y los amantes de la belleza en América Latina elevan sus plegarias por esta mujer, quien desde hoy quedó en manos y en presencia del mejor de los alfareros.