Cada nuevo estreno de Star Wars nos hace mirar atrás y repasar los nueve títulos que hasta ahora la conforman. Uno de los más defenestrados ha sido, sin duda, el Episodio I. La amenaza fantasma Aquí rompemos (muy a nuestro pesar) cinco, seis o tal vez siete lanzas a su favor para recordar que no todo en este film fue Jar Jar Binks.
1. Liam Neeson
La verdad es que la presencia del actor irlandés era lo mejor de la película. Su personaje, el maestro Jedi Qui-Gon Jinn, se comía la pantalla sin esfuerzo y era capaz de dotar de un mínimo de dignidad a escenas imposibles y diálogos infumables.
Eso sí, según apuntaba el amigo Tomás Fernández Valentí en esta misma página, al parecer Lucas y Neeson no se llevaron especialmente bien durante el rodaje, porque al primero no se le daba especialmente bien dirigir a los actores, un secreto a voces que Hollywood al completo conoce desde que Lucas firmó su primera película.
2. Los efectos especiales
De los casi dos mil planos que conforman la película, el 95% de los fotogramas llevaban añadidos digitales. En este sentido, y como apuntaba el compañero Tonio L. Alarcón en estas páginas, en el fondo estas precuelas, y esencialmente La amenaza fantasma como título fundacional, eran películan básicamente experimentales, que posteriormente abrirían paso a cintas como Sky Captain y el mundo del mañana.
Es imposible que ante semejante aluvión de efectos especiales no desfilaran unos mejores que otros pero en sí mismos, en el conjunto, la propuesta, hay que admitirlo, era pura vanguardia, por más que semejante concepto asociado a George Lucas pueda traumatizar a algunos.
https://www.youtube.com/watch?v=ZOCpQTBqu7k
3. Cine de autor
Aquí sí que vamos a hacer daño. Aunque George Lucas está asociado, muy merecidamente, al cine mainstrean más comercial y agresivo que uno pueda concebir lo cierto es que Lucas no ha hecho una sola película a lo largo de su carrera que no sea cine de autor.
Esto lo podemos entender mejor con THX 1138 o con American Gafitti pero puede que nos cueste un poco más con películas como La guerra de las galaxias y todavía más, La amenaza fantasma. La verdad es que acertado o no, tanto el film fundacional como la primera y discutida precuela de la saga son de obra y concepción intrínseca de su padre hacedor.
Ninguna de las dos películas fueron un encargo y casi en ningún caso Lucas tuvo que plegarse a prácticamente ninguna exigencia artística. Es más, en el caso de La amenaza fantasma, Lucas utilizó ideas que la Fox descartó para La guerra de las galaxias, lo que quizá, podría explicar un par de cosas a propósito de las precuelas.
4. La carrera de vainas
A estas alturas estamos más que acostumbrados a escenas como esta pero en su momento fue toda una novedad. Directamente inspiradas en escenas míticas como la carrera de cuádrigas de Ben-Hur, la competición de vainas es con diferencia el mejor momento de La amenaza fantasma.
Con una planificación sencilla hasta el extremo, marca de la casa y sin grandes alardes visuales más allá de sus deslumbrantes efectos especiales, Lucas consiguió situar al espectador dentro de una mismísima vaina y casi hacer sentir en su rostro el viento golpeándole violentamente.
5. El intento por ofrecer algo nuevo
Aunque pese a lo dicho, seguimos pensando que La amenaza fantasma es una película formidablemente mala, hay que reconocerle a Lucas el esfuerzo por ofrecer algo distinto a la trilogía original.
El padre de la criatura tenía todos los elementos necesarios para confeccionar una saga de precuelas de éxito abrumador (como está demostrando Disney con las nuevas películas de la franquicia) sin embargo el director, productor y guionista prefirió arriesgarse y ofrecer algo nuevo y distinto. Puede que no le funcionara, que no le funcionó, pero el riesgo en Hollywood siempre es justo admitirlo y aplaudirlo.
6. John Williams
En 1999 John Williams ya no era lo que fue en su día pero, aún así, la banda sonora de La amenaza fantasma es, con muchísima diferencia, la mejor partitura de la saga. Es la composición con más y mejores temas y la que está conceptualmente mejor ensamblada.
Mención aparte merece el tema “Duel of Fates” con diferencia el más retenido de toda la nueva franquicia y en el fondo también, una evidencia musical de los cambios y la evolución melódica del maestro.
7. El villano
En el fondo no tengo claro si es una virtud o un defecto. El concepto de Darth Maul es realmente soberbio para una saga como la de Star Wars. Su rostro, todo un icono de la franquicia, ha logrado calar entre los fans a pesar de haber aparecido solo en una de las nueve películas de la saga y sobre todo, a pesar de ser uno de los personajes más descuidados y desatendidos de las precuelas.
Puede que no exista un villano más carismático que Darth Maul y al mismo tiempo puede que no haya un personaje peor definido. Toda una evidencia de la “agudeza dramática” de Lucas.
https://www.youtube.com/watch?v=HdJnoL4KR8g