Si el 24 se caracteriza por ser una fecha súper familiar, el 31 es sinónimo de fiesta, champán y diversión.
Es el momento para dedicarle un poco más de tiempo a tu atuendo y maquillaje para comenzar el año por todo lo alto.
Eso sí, siempre recordando dos “reglas” básicas: tienes que estar cómoda (es una noche larga) y, al mismo tiempo, sentirte ¡fabulosa!
Es momento de sacar tus accesorios más grandes, las lentejuelas, las telas metalizadas, las pestañas postizas… todas esas cosas que te hagan sentir súper glamorosa. En Fin de Año, más es más.
Vestido de fin de año
Uno tipo cocktail te dará la elegancia requerida pero sin la incomodidad de uno largo.
Sé que ese vestido negro que está colgado en tu clóset y que te ha sacado de aprietos más de una vez parece tentador, pero justamente trata de salir de tu zona de confort y de lo predecible con algo de color o algún estampado.
Ok, ¿el típico vestidito negro es lo que te da seguridad y de verdad es con lo que te sientes más cómoda?
Está bien, pero entonces busca uno con lentejuelas, flecos o algún detalle especial (mangas acampanadas, alguna asimetría, etc).
También es el momento de mostrar algo de piel: un escote en V, algo de espalda, tus hombros o tus piernas (escoge sólo una cosa para no lucir vulgar y chequea también el clima antes y asume las consecuencias… algunas veces vale la pena).
Piezas separadas
Aunque un vestido es la opción más común, no es la única.
Tienes muchísimas opciones: puede ser un jumpsuit, un pantalón ancho con una blusa de lentejuelas, una falda metalizada con un top de seda, una chaqueta de piel falsa, unos leggings imitando cuero con un camisa larga encima…
La idea es que combines distintos tipos de texturas y colores, pero escogiendo siempre una pieza como la gran protagonista y que las demás armonicen en función a ella. Es hora de divertirte y despertar a tu estilista interior.
Zapatos de vestir
Esto dependerá del clima y de tus planes, pero tacones son un must (no tienen que ser los más altos de tu clóset, sobre todo si planeas recibir el año en un lugar público tras horas de espera de pie, pero que el 2019 no te tome por el suelo).
Si en tu país estás en pleno invierno, pueden ser unas sensuales botas altas de terciopelo, por ejemplo; y si estás en pleno verano, unas divertidas sandalias con mucho brillo. (Tampoco está de más que lleves un par de tiritas adhesivas en tu bolsa).
Accesorios festivos
Nada de carteras grandes, opta por un clutch o sobre (y no le quites la cadena que suele venir adentro, sobre todo si planeas ir de una fiesta a otra, porque en un momento querrás colgarla de tu hombro o de forma cruzada para tener las manos libres para tu copa, tu celular y un bocadillo que otro).
En cuanto a la bisutería, es el momento de llevar tu atuendo al siguiente nivel con una pieza de impacto: un maxi-collar, unos aretes largos y llamativos, múltiples brazaletes o un súper anillo.
¿Cuál elegir? Piensa la zona de tu cuerpo donde quieres que estén las miradas y busca balance en tu outfit.
Maquillaje y peinado
Si planeas recibir ese gran beso de medianoche, busca ese labial que no se transfiere y que no tendrás que retocar cada cinco minutos (lo que menos quieres es estar pendiente de tu maquillaje toda la noche) pero que sea provocador.
En cuanto al cabello, diría que lo lleves suelto si tu plan es coquetear con ese chico especial y con un recogido moderno (como una cola de caballo alta) si piensas bailar hasta el amanecer y eres de las que termina viéndose como un gran desastre con un poco de sudor.
Sin duda, el Año Nuevo siempre nos llena de una especie de efervescencia donde todo parece posible… trata que esto no sólo se refleje en tu atuendo sino también en la actitud con la que vas a afrontar el próximo año.