Nacido de una broma publicada hace unos años en una web de información satírica estadounidense, el término “selfitis” designa la adicción al selfi. Luego, contra todo pronóstico, unos investigadores se interesaron seriamente en el tema: ¿cómo valorar este nuevo comportamiento digital? ¿Se pueden ver signos patológicos en él?Finales de marzo de 2014, el sitio web The Abodo Chronicles anuncia en tono de humor que la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), referencia mundial en la clasificación de enfermedades mentales, había identificado la ‘selfitis’ como un nuevo trastorno mental.
Hacerse un selfi, recordamos, es una expresión que viene del inglés selfie y que designa el hecho de hacerse un autorretrato fotográfico.
Por tanto, la ‘selfitis’ podría definirse como “deseo obsesivo compulsivo de tomarse fotos y publicarlas en las redes sociales como una manera de compensar la falta de autoestima y llenar un vacío en la intimidad”, según anunciaba el artículo de la web satírica. La broma causó muchas sonrisas entre los internautas.
Sin embargo, dos investigadores decidieron abordar el tema de una forma más seria. Los resultados de su estudio son, cuanto menos, sorprendentes.
Resulta que la ‘selfitis’ se habría convertido efectivamente en un trastorno mental identificable. Además, este trastorno sería incluso cuantificable siguiendo una escala de evaluación de la ‘selfitis’ creada por estos investigadores, con el fin de valorar su nivel de gravedad.
He aquí algunas explicaciones sobre esta nueva enfermedad de los tiempos modernos.
Un estudio crítico con la modernidad
Con la llegada de los smartphones, las personas capturan cada instante en una fotografía con toda facilidad. Y puestos a inmortalizar un momento, mejor incluirse uno mismo en el decorado.
Por este fenómeno se interesaron dos investigadores de origen británico e indio.
Precisamente en la India decidieron realizar su encuesta a 225 estudiantes. El país contiene, de hecho, el mayor número de usuarios de Facebook y, por desgracia, el mayor número de muertes a causa de selfis tomados en situaciones peligrosas, según un estudio realizado en 2016.
La investigación comenzó con el análisis de los factores que pueden llevar a esta adicción.
El objetivo de los investigadores a través de este estudio era crear una herramienta: la selfie behaviour scale o escala de comportamiento de selfi, para que todo el mundo pudiera autodiagnosticarse y determinar la gravedad de sus síntomas.
Esta herramienta fue validada posteriormente con otros 400 participantes. Las preguntas que se plantearon pedían a los sujetos que definieran cuánto se identificaban con afirmaciones del tipo: “sacarme selfis me permite reducir mi nivel de estrés” o “gano más aceptación en mis grupos de pares cuando me hago selfis y los comparto en las redes sociales”.
¿Se puede calificar como patología?
Este estudio es uno de los primeros en considerar el selfi como un comportamiento adictivo. Los investigadores reconocen en él algunas debilidades, sobre todo el hecho de basarse en la autoevaluación de los sujetos.
A pesar de los resultados obtenidos, no es suficiente para que la ‘selfitis’ se reconozca oficialmente como un trastorno mental que apareciera en una obra de referencia en psiquiatría.
Sin embargo, una cosa es cierta, según señalan los dos investigadores en el estudio: “Los afectados por el síndrome sufren de una falta de confianza en sí mismos y buscan ‘encajar en el molde’ de los que les rodean, lo cual puede llevarles a presentar síntomas similares a otros comportamientos potencialmente adictivos”.
Así pues, se ha identificado bien la existencia de este problema, pero se necesitarán más investigaciones para precisarlo. El problema afecta generalmente a las personas que buscan atención y demuestran así una baja autoestima y una necesidad severa de reconocimiento por parte de los demás.
Por el momento, el peligro radica realmente en la capacidad de las personas que sufren ‘selfitis’ para ponerse en situaciones peligrosas para hacerse un selfi que pueda impresionar a otros.
Autoevaluación: 20 cuestiones para determinar el nivel de ‘selfitis’
La ‘selfitis’ se definiría en 3 niveles:
- Límite, para las personas que se sacan al menos tres selfis al día pero no los publican en las redes sociales.
- Agudo, cuando las 3 fotos las publican en Internet,
- Crónico, cuando se tiene una necesidad irrefrenable de fotografiarse y publicar al menos seis autorretratos al día.
A continuación se encuentran los 20 criterios para autoevaluarse. Cuanto más alta sea tu puntuación, mayor será la probabilidad de que padezcas ‘selfitis’.
Para responder a la autoevaluación, deberás asignar a cada frase un número del 1 a 5, sabiendo que 5 significa que estás totalmente de acuerdo y 1 significa que el enunciado no te representa en absoluto:
- Hacerme selfis me causa una impresión agradable para disfrutar mejor de mi entorno.
- Compartir mis selfis crea una competición sana con mis amigos y colegas.
- Obtengo una gran atención cuando comparto mis selfis en las redes sociales.
- Sacarme selfis me permite reducir mi nivel de estrés.
- Me siento seguro/a cuando me hago un selfi.
- Gano más aceptación en mis grupos de pares cuando me hago selfis y los comparto en las redes sociales.
- Puedo expresarme mejor en mi entorno a través de los selfis.
- Hacer diferentes poses en los selfis aumenta mi estatus social.
- Me siento más popular cuando publico mis selfis en las redes sociales.
- Hacerme más selfis mejora mi humor y me hace sentir feliz.
- Pienso de manera más positiva sobre mí mismo/a cuando me hago selfis.
- Gracias a mis selfis me convierto en un miembro importante de mi grupo de pares.
- Hacer selfis ofrece mejores recuerdos del momento y de la experiencia.
- Publico frecuentemente selfis para tener más “me gusta” y más comentarios en las redes sociales.
- Al publicar selfis, espero que mis amigos me aprecien.
- Sacarme selfis modifica instantáneamente mi humor.
- Me hago selfis adicionales y los observo en privado para aumentar mi autoestima.
- Cuando no me saco selfis, me siento desconectado/a de mi grupo de pares.
- Me hago selfis como trofeos para recuerdos futuros.
- Utilizo herramientas de edición de fotografías para mejorar mis selfis y tener mejor aspecto que los demás.
¿Cómo dejarlo?
Como toda adicción, la adicción a los selfis puede convertirse en una patología real.
El riesgo de hundirse en los vicios de la vanidad y el orgullo puede llegar con rapidez.
Incluso el papa Francisco está preocupado por el hecho de que muchas personas viven de las apariencias y afirma que “el mal tiene siempre la misma raíz, cualquier mal: la codicia, la vanidad y el orgullo”.
Añadió también que “la vanidad nos lleva al engaño; como los farsantes marcan las cartas para ganar. Esta victoria es aparente, no es verdadera. Esta es la vanidad: vivir para fingir, vivir para aparentar, vivir para aparecer. Y esto inquieta al alma”.
Francisco dijo también que “la vanidad es como una osteoporosis del alma: los huesos desde afuera parecen buenos, pero dentro están todos corroídos”.
Entonces, ¿qué podemos hacer para evitar caer en estos males? En el Evangelio según san Juan (6,15), observamos la actuación de Jesús: “Jesús, sabiendo que querían apoderarse de él para hacerlo rey, se retiró otra vez solo a la montaña”.
La cuestión sería dar un paso atrás para tomar perspectiva y quizás reflexionar mejor sobre esta necesidad de fotografiarse constantemente. Para evitar caer en las trampas de la vanidad y el orgullo, la oración puede ser también un buen medio de distanciarse y evitar caer en esta adicción tan particular…