Tu relación con tus hijos puede mejorar mucho en calidad y cantidad
Dicen que sólo cuatro pedagogos del siglo XX revolucionaron la educación de los pequeños. Son el estadounidense John Dewey, el alemán Georg Kerschensteiner, la italiana María Montessori y el pedagogo de la entonces Unión Soviética, Antón Makarénko.
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María Montessori escribió pequeños mandamientos para padres de familia. Son orientaciones sencillas con gran sabiduría en pocas palabras.
Recomendamos a los papás y mamás que las lean al menos una vez al año (y las pongan en práctica). De esta manera, es muy probable que tu relación con tus hijos mejore en calidad y cantidad.
Además, ellos crecerán con una personalidad más desarrollada y vivirán más felices y en armonía.
- Los niños aprenden con lo que está a su alrededor.
- Si criticas mucho a un niño, aprenderá a juzgar.
- Si elogias a un niño con frecuencia, aprenderá a valorar.
- Si el niño es tratado con hostilidad, aprenderá a pelear.
- Si eres justo con el niño, aprenderá a ser justo.
- Si frecuentemente ridiculizas al niño, se transformará en una persona tímida.
- Si el niño crece sintiéndose seguro, aprenderá a confiar en los demás.
- Si denigras al niño con frecuencia, desarrollará un sentimiento de culpa que no es saludable.
- Si las ideas del niño son aceptadas regularmente, aprenderá a sentirse bien consigo mismo.
- Si eres condescendiente con el niño, aprenderá a ser paciente.
- Si elogias lo que hace el niño, tendrá autoconfianza.
- Si el niño vive en una atmósfera amigable, sintiéndose necesario, aprenderá a encontrar el amor en el mundo.
- No hables mal de tu hijo o hija, ni cuando él o ella esté cerca, ni cuando esté lejos.
- Concéntrate en desarrollar el lado bueno del niño, de manera que no sobre espacio para el lado malo.
- Escucha siempre a tu hijo y respóndele cuando él quiera hacer una pregunta o comentario.
- Respeta a tu hijo incluso cuando él haya cometido un error. Corrígelo después.
- Ayuda a tu hijo cuando te necesite para buscar algo pero también pasa desapercibido si él encuentra lo que estaba buscando.
- Ayuda al niño a asimilar lo que no ha logrado. Hazlo llenando el espacio que lo rodea con cuidado, discreción, silencio oportuno y amor.
- Cuando te dirijas a tu hijo, hazlo de la mejor manera posible. Dale lo mejor de ti.
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