Todas “hechas en Venezuela”, hoy progresando fueraDiez mujeres venezolanas destacaron en 2017 no solo por representar distintas facetas del éxito como artífices en los más diversos ámbitos y latitudes, sino por resultar fuentes de inspiración por sus logros y su empeño y esfuerzo por conseguirlos.
La campeona mundial en triple salto Yulimar Rojas logró el oro en el torneo bajo techo de Portland, Estados Unidos, en el que ganó con un salto de 14.41 metros de distancia; y en el Mundial de Atletismo de Londres 2017 (14.91 metros).
Las jugadas de la delantera de 18 años Deyna Castellanos han renovado el orgullo por el fútbol nacional y consiguieron poner el foco en el balón pie femenino en Venezuela, país en el que se habla más de la Vinotinto masculina y de un Caracas–Magallanes. “La mujer maravilla”, como los medios la apodaron, fue finalista al premio The Best Football Awards 2017, donde estuvo a escasos puestos de grandes del deporte como Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, y fue nominada al premio Puskás.
María Gracia Sosa, quien se coronó el pasado 12 de diciembre, con un plato típico regional chivo al coco preparado con cordero y una mousse de parchita (la fruta de la pasión), como la ganadora de la versión uruguaya del programa de televisión de competencia culinaria amateur con éxito internacional, MasterChef.
La nutricionista Susana Raffalli se atrevió a denunciar, con valentía pero también con cifras contundentes, la desnutrición infantil en Venezuela junto a distintas organizaciones no gubernamentales del país. Se ha dedicado, junto a un grupo de profesionales y voluntarios, a tomar el pulso de la situación alimentaria de los venezolanos para dejar al descubierto la actuación del Estado.
Aún en medio de la crisis económica, política y humanitaria, Luz Mely Reyes, directora general de Efecto Cocuyo, cree que “es la mejor época para ser periodista. Especialmente en Venezuela”, según declaraciones para Americas Quarterly, publicación estadounidense que la incluyó en su Top 5 de periodistas latinoamericanos de este año. También fue reconocida el pasado 29 de noviembre por dos respetables medios digitales españoles, Esglobal y Hay Mujeres, como una de las intelectuales más influyentes de Iberoamérica.
La poetisa Yolanda Pantin habla sobre su infancia, su país, la noche, el amor. Fue merecedora del premio Casa de América de Poesía en España; elegido entre 961 textos.
Betsayda Machado y la parranda de El Clavo, nombre que lleva su tierra de origen, una pequeña población de Barlovento, han llevado los ritmos afrovenezolanos al norte del continente: Miami, Washington, Boston, Philadelphia, Nueva York. El video promocional del tour “Sabrosito Rico” prometía llevar el calor caribeño al invierno americano y lo lograron.
La artista plástica, María Fernanda Lairet ganó, el pasado viernes 17 de noviembre, el premio internacional “Global Art Awards” en la categoría Street Art por el collage visual que tenía como temática el papel moneda de los Emiratos Árabes Unidos. La obra forma parte de una de sus series más conocidas: Narrativas globales, conjunto de obras que buscan expresar la desaparición de los billetes.
Andreína Mujica, este año fue aplaudida por la prensa francesa, con el premio al mejor trabajo fotográfico de la prensa extranjera por su cobertura del Festival de Cine de Biarritz. Es hija del ya fallecido dirigente del Partido Comunista (PCV) y exdirector de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Héctor Mujica y, como él, escribe y hace periodismo.
María Teresa Arnal lleva las riendas de la filial de Google en México desde marzo de este año. está muy clara de cuál es el rumbo que debe llevar su vida y qué es lo que necesita para lograrlo. Así lo hizo saber en su charla en el 4 Women Forum, titulada “dirigiendo una compañía y formando una familia”. A la fecha no sólo reparte su tiempo entre sus hijos y los 65 millones de internautas mexicanos, sino que también se dedica a aconsejar a otras personas sobre cómo alcanzar el éxito que sueñan.
Todas hechas en Venezuela pero hoy viviendo fuera, todas de alguna manera, víctimas de una situación que las ha expulsado y las mantiene, con seguridad, añorando su país.