¿Debería sentirse ofendida la Casa Blanca? Al fin y al cabo, ¿no es “arte”?
Existe una tradición en EEUU. Los presidentes suelen solicitar préstamos de obras de arte a diferentes museos americanos para decorar la Casa Blanca y sus distintas estancias. Se ve como una manera de promocionar la cultura y el arte. Melania Trump ha hecho su petición y la polémica está servida.
La primera dama ha solicitado al Museo Guggenheim, para su estancia privada una obra de Vicent Van Gogh, pero el Museo se ha negado a su petición por tener el cuadro comprometido en una exposición y a cambio le ha ofrecido un urinario.
Estas son las dos obras que están propiciando la polémica:
Landscape with Snow (Paysage enneigé) de Vincent Vangogh
Se trata de un paisaje con nieve realizado en 1888 por Vicent van Gogh. La petición de Melania Trump es una de las diez pinturas que el artista realizó nada más llegar a Arles. Van Gogh tenía 35 años y se encontraba en el apogeo de su carrera. Nada más llegar al sur de Francia realizó numerosos trabajos en los que plasmaba la situación de la zona: paisajes, campos, granjas y personas.
La zona está llena de terrenos que compaginan las planicies con las montañas y el pintor encontró inspiración y una brillante luz que le permitía simplificar las formas y ofrecer los contrastes de luz y color que tan famoso lo harían.
En esta obra encontramos pinceladas horizontales que enfatizan la llanura, trazo diagonales de la carretera y su particular utilización del color: Blanco y violeta para la nieve; marrón, verde y azul para los charcos y la nieve derretida; el amarillo para la hierba; el rojo para los tejados y el marrón y negro para los dos protagonistas: el perro y un campesino.
Váter de oro, de Maurizio Cattelan
Se trata de una de las más polémicas obras de este artista italiano y se ha convertido en uno de los “chascarrillos” del Museo Guggenheim neoyorquino. Ahora con esta propuesta, su fama quedará aumentada.
Así defienden en el Guggenheim su propuesta a Melania Trump: “Un maravilloso trabajo del celebrado artista contemporáneo italiano, Maurizio Cattelan, se va a retirar de su exposición al público después de un año de instalación, y le gustaría ofrecerlo a la Casa Blanca por un préstamo de un año. Es un váter sólido de oro de 18 kilates instalado en uno de los baños públicos para su uso, el cual representa un maravilloso acto de generosidad”.
El retrete que ya se ha hecho mundialmente famoso es de oro sólido de 18 quilates y según el artista el día de su presentación: “Se trata de una obra que evoca la necesidad de proporcionar el acceso y la oportunidad a un amplio público, incluso si es un objeto de lujo”. El objeto de arte se ha llamado América, con un innegable guiño provocativo sobre todo teniendo en cuenta que es funcional.
Ahora “América” (un WC) ha sido propuesto para la Casa Blanca. Nadie puede obviar que es posible que en esta propuesta esté detrás el gran sentimiento anti-Trump que existe en el mundo de la cultura y del arte, pero también nos puede hacer pensar sobre cómo ha cambiado o está cambiando lo que era y lo que ahora es arte.
Para Melania Trump el arte es un cuadro de Van Gogh que plasma su vida y su inquietud personal, el cénit de su visión del mundo. Para el Museo Guggenheim, con esta propuesta hacia Melania, el arte es un retrete de oro que se puede usar, provocativo y reivindicativo.
Es lo que sucede cuando lo artístico se rige por criterios meramente subjetivos… o comerciales. ¿”América” es arte o no? Quizás la pregunta debería ser otra: Si pudieran elegir…¿Cual de las dos obras pondrían en su casa?