Cuando quisieras amar pero sientes que no lo logras, acude al Espíritu Santo con esta poderosa oración para recordar y rezar toda la vida:
Espíritu Santo, que habitas en mí desde mi bautismo,
ilumina mi inteligencia para conocer y valorar más a Jesús.
Lléname de tu amor para llevarlo a quienes me rodean,
muéstrame la verdad para identificar los verdaderos valores,
libérame de toda opresión para seguirte consciente y libremente.
Hazme profeta del reino para promover la esperanza y la justicia.
Fortifícame ante mis debilidades para vencer la tentación y evitar el pecado,
nutre mi espiritualidad para crecer en mi intimidad con Dios,
inspírame y corrígeme para seguir mejor a Jesús,
háblame, muéveme, motívame para siempre hacer lo que Dios quiere de mí.
Amén.
Esta oración ha acompañado a Luis Armando Castillo, lector de Aleteia, durante toda su vida.
Ha significado mucho para él, desde que la aprendió cuando era un niño en el colegio: "sin falta la rezábamos todas las mañanas acompañados de nuestro profesor", recuerda en un correo electrónico que nos envía. Por eso ha querido compartirla.
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