La lista se puede aplicar tanto a una jornada que se presenta del revés como a un día prometedor La percepción de nuestros días es variable. Unas veces nos parece que nos hemos levantado, como dicen, con el pie izquierdo y todo va a salir mal porque la primera cosa que hemos hecho ha resultado un desastre. Otras veces creemos que la vida nos sonríe y quizá esa idea nos viene de anoche porque nuestro equipo favorito ganó por goleada al contrincante.
Tratar de moderar nuestras sensaciones siempre es un buen recurso, pero ¿qué tal si le damos un tono positivo a la jornada tanto si estamos exultantes como si la vida se nos hace cuesta arriba?
Mejorarás tu entorno
Si uno no sabe por dónde comenzar o cree que para que la vida sea mejor le hace falta asistir a un congreso internacional, acabamos antes si nos proponemos una lista de 10 cosas sencillas, al alcance de cualquiera. Al aplicarlas lograremos que nuestro entorno sea mejor.
Así no solo nos sentiremos bien sino que habremos contribuido a mejorar la sociedad. El beneficio será real.
1.Levántate en cuanto suene el despertador
Vence la pereza ya en el primer combate de la mañana y tendrás todo un día de “orgullo” como si fueras uno de esos jugadores de Nueva Zelanda con su canción guerrera maorí.
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2.Deja la cama bien hecha
Sí. La cama. O sea, saca las sábanas y ventila, mete bien los cuatro puntos de ajuste de la sábana bajera, coloca bien la funda nórdica o la manta… A una amiga mía que sufría depresión, su coach le recomendó durante meses esto: “Será suficiente -le dijo- con que hagas bien la cama cada día”. Para algunos quizás eso ya suponga una batalla épica, así que cuando alguien observa que acaba de hacerse la cama bien, crece en autoestima.
3.Deja el baño recogido y listo para la siguiente persona
Que estén limpios después de que tú hayas pasado. Que hoy no necesite nadie de tu familia hacer de coche escoba. Un detalle para nota: pon bien las toallas como si fuera a venir un invitado.
4.Respuesta automática: ¿a qué persona estoy desatendiendo últimamente?
Envíale un whatsapp de buenos días. Así rompes la cadena de desatención. Ya otro día encontrarás el “momento perfecto” para hablar mucho.
5.Da las gracias a los “anónimos”
Al que espera a que subas al ascensor, al que te entrega un folleto publicitario en la calle, al conductor del autobús, al que reparte la compra del supermercado…
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6.Pon orden en tu bolso o mochila
Tira a la basura lo que ya no sirve y deja en casa lo que está mareado de tanto viaje innecesario.
7.Llama a quien más quieres
No hace falta ningún motivo para llamar a alguien y decirle que la quieres. Quizá un día quieras hacerlo y no puedas.
8.Friega la taza de café
No acumules nada en el fregadero ni lo dejes para quien vaya a lavar los platos a la hora de la comida.
9.Prepara en el bolsillo de tu abrigo un pequeño donativo
Dáselo a la primera persona pobre que encuentres y dedícale una mirada de compañía. Puede que sea la única que reciba en todo el día.
10. Reza
Por la noche, pregúntate a quién deberías agradecer todo lo bueno que te ha ocurrido en el día.
Y dedícale unas palabras, una sonrisa, unas letras, un guiño, un pensamiento de corazón.