La guerra hizo estragos: El 70 de los niños en Siria tiene trastornos mentales
En su tradicional mensaje de Navidad y su posterior bendición Urbi et Orbi Papa Francisco puso especial énfasis en los niños que están marcados por la guerra. En los niños de Irak, de Yemen, de Siria, de Sudán del Sur, de Somalia, de Burundi, del Congo, de República Centroafricana, etc, etc…
Aparentemente ha finalizado la guerra en Siria pero…¿qué ha ocurrido con los niños? ¿cuál es el sufrimiento de los menores? La ONG Save The Children ha alertado de la situación actual de los niños sirios.
Han pasado seis años en guerra, muchos no han vivido otra cosa, otros han sido forzados a huir como refugiados a terceros países. Las consecuencias son dramáticas: “El 70% de los niños sirios sufren estrés post traumático que suele desembocar en depresiones, conducta violenta o incluso tendencia al suicidio”.
En asentamiento como en El Líbano se puede ver el drama de los niños: terrores nocturnos e incluso secuelas físicas como la aparición de mechones de pelo blanco por el terror vivido. Muchos de estos niños de sólo 6 años han presenciado el asesinato o muerte de un familiar. Sobrellevan el dolor como pueden y algunos jóvenes recurren al suicidio.
Los niños hijos del ISIS
Pero hay un drama aún mayor. El de los niños que no tienen ni identidad. No tienen nombre. No están inscritos en ningún sitio. No fueron a la escuela y muchos de ellos están siendo rechazados por la sociedad. Es el caso de los niños hijos del ISIS, niños nacidos durante la ocupación yihadista, niños nacidos de matrimonios forzados.
Testigo de ello es el padre el Firas Lutfi, Superior del Colegio Tierra Santa y viceparroco de la Parroquia de San Francisco, que Radio InBlu, la red de radios catolicas de la CEI (Conferencia Episcopal Italiana) describe la terrible escena diaria:
“Estos niños nacieron de matrimonios forzados queridos por los yihadistas. En estos 6 años, nacieron cientos de niños y la sociedad no los acepta ni los reconoce. Son condenados por ser hijos de yihadistas, gente mala, desconocidos como no sirios”, explica.
Para atender a estos niños los franciscanos de Aleppo han creado un proyecto: “No podemos dejar a estos niños al margen de la sociedad. Estamos planificando un programa de prevención y educación pero también estamos legalizando su existencia. Es un proyecto muy ambicioso, pero queremos ser esa gota en el océano sin la cual no sería lo mismo. Al menos 2500 personas están involucradas en todo esto y son solo las que conocemos “.
Es un trabajo en colaboración con el mundo musulmán para ayudar a estos niños desconocidos, sin nombre y apellido: “Este es un gran desafío porque ninguna organización internacional quiere abordar este problema. Tenemos criaturas, de uno a seis años, que nunca han ido a la escuela pero que, sobre todo, no tienen un registro legal en la sociedad. Estamos trabajando en un proyecto para que el Parlamento conceda una identidad para estos niños. También queremos apoyar a las madres, enseñarles un trabajo y ofrecer a los niños la oportunidad de recuperar los años escolares perdidos “.