Los profesionales de la salud mental que lo atienden están convencidos de que ayudar a encontrar un sentido a la vida frena los deseos de autolesionarse.Soledad, desamparo, depresión… Son algunas de las “razones” por las que muchas personas (siempre serán demasiadas) se plantean el suicidio. Si contaran con alguien a su lado, alquien que les escuchara, tal vez esos pensamientos que les llevan a autolesionarse pasarían a un segundo plano o desaparecerían. Y ese deseo por fin se ha visto materializado en España: se ha puesto en marcha el Teléfono contra el Suicidio.
910 380 600
Esta línea que atiende personal especializado en salud mental (psicólogos y psiquiatras) y que se abrió por primera vez el día 2. Por el momento está activa de 9.00 a 21.00 horas y en el mes de marzo ya estará disponible las 24 horas del día.
El responsable último del Teléfono contra el Suicidio es la Asociación La Barandilla y ha contado con el apoyo del Teléfono de la Esperanza (717 003 717), que lleva muchas décadas dando servicio en España.
Cada año se registran en España más de 3.600 muertes por suicidio, lo que supone que éste es el primer tipo de muerte por causas no naturales.
Para hacer frente común, la Asociación la Barandilla contó con el apoyo de políticos de diversas formaciones (UPN y Ciudadanos), que incluso el año pasado llegaron a presentar proposiciones no de ley acerca de la prevención del suicidio.
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José Manuel Dolader, director de la Asociación la Barandilla, insiste en que “hay que dar visibilidad al suicidio y no esconderlo, si queremos combatirlo”.
Por eso considera importante la apertura de la línea telefónica. “Solo con que se consiga salvar una vida, habrá valido la pena”, señaló.
En apoyo del Teléfono contra el Suicidio está el prestigioso psiquiatra Alejandro Rocamora, quien sigue la huella de Viktor Frankl, el famoso doctor judío que sobrevivió al campo de concentración de Auschwitz y posteriormente publicó “El hombre en busca de sentido”, que hoy sigue siendo un best seller.
“No hablar de suicidio sería como no hablar de violencia de género”, explica Rocamora, quien ha trabajado más de 40 años en el Teléfono de la Esperanza y ha publicado numerosos libros sobre la cuestión.
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Como solución a quien llama diciendo que quiere quitarse la vida, Rocamora explica que “Frankl dice que no hay que buscar por qué quieren morir sino por qué querrían vivir“. La conversación, pues, es esencial para hablar de culpa, desesperanza, dolor…
Rocamora, que acaba de publicar el libro “Cuando nada tiene sentido. Reflexiones sobre el suicidio desde la Logoterapia”, subraya que en un 80% de los casos de suicidio consumado, antes la persona ha manifestado deseos de suicidarse a alguien: el médico, el amante, el amigo, la esposa… Es un mito aquello de que el que lo dice no lo hace, así que hay que hacer caso cuando alguien nos dice que se le pasado por la cabeza quitarse la vida”.