El motivo de fondo tiene que ver con la venta de agua embotellada Osceola Township es un pequeño pueblo ubicado al norte de Estados Unidos en el Estado de Michigan y a más de 300 kilómetros de Detroit. En los últimos meses ha protagonizado una lucha similar a la del relato bíblico de David contra Goliat.
Es que los habitantes de este pueblo, de no más de 2.000 habitantes, rodeado de ríos y arroyos desde hace años vienen denunciando que la multinacional Nestlé está generando serios perjuicios mediombientales a través de la extracción de agua para su comercialización.
Maryann Borden, una habitante del pueblo, exprofesora de 73 años, se ha encargado de seguir de cerca la transformación del Twin Creek, un arroyo que pasa junto a su casa.
“No es el mismo río de antes. Se ha estrechado y es más profundo, por lo tanto es más caliente”, expresa para un reportaje de AFP.
Según esta mujer, los cambios comenzaron a hacerse más notorios desde que en el año 2000 Nestlé empezó con la extracción de agua en la región para venderla bajo la marca Ice Mountain.
Pero más allá de esta percepción y sentimientos encontrados de parte de los pobladores de esta localidad, el proyecto de Nestlé de construir una planta de bombeo, idea ambiciosa que pretende sacar 1500 litros de agua por minuto, ha sido la gota que ha derramado el vaso.
Inmediatamente la localidad se ha negado a tal proyecto y ha acudido a la justicia apelando la autorización inicial que se le había dado a la multinacional.
Por su parte, desde el lado de la empresa se ha afirmado que “el impacto medioambiental será muy pequeño” y que incluso “hay presas que pueden afectar los ríos”, tal cual reflexionó Arlene Anderson-Vincent, quien está a cargo de la gestión de aguas de Nestlé en Norteamérica, reproduce AFP.
Hi Katerina. We are proud to operate in Michigan & have worked hard to be a good neighbor to Osceola Township for >15 years. Some info being shared about our legal proceedings w/ the Township is misleading. Please get the facts here: https://t.co/tqexB80bC9
— NestleWatersNA (@NestleWatersNA) January 19, 2018
De esta manera esta localidad, que tiene fuerte influencia del centro SpringHill, centro de retiro espiritual cristiano que entre otras cosas ofrece diversas actividades que van desde la aventura hasta las reflexiones bíblicas, se ha posicionado fuerte frente a una multinacional.
Entre los pobladores persiste el “miedo” de quedarse sin el río e incluso recuerdan los bajos impuestos exigidos a la multinacional para la extracción de agua. Algunos hasta se animan a afirmar que una práctica común es “acudir a las comunidades rurales ofreciendo beneficios económicos a cambio de usar toda el agua necesaria para luego no concretar los beneficios e irse cuando los ríos y arroyos quedan secos”.
El proceso, que se está tratando en estrados judiciales, aún tiene para largo. Mientras tanto ahí está la gente esperando la mejor solución tanto para ellos como para la Casa Común, como recuerda el papa Francisco en su encíclica “Laudato Sí”.