Y cómo esto podría estar contribuyendo al acoso y abuso sexual en esta industriaResulta irónico que en una industria donde el mercado está liderado mayoritariamente por mujeres sean casi siempre los hombres los encargados de retratarla en imágenes.
Pero sí, en la moda son pocas las fotógrafas que han logrado ganarse un sitial de honor como una Annie Leibovitz. ¿Será que nosotras mismas preferimos seguirnos viendo a través de los ojos de los hombres? Hay algo de eso, pero también discriminación en la industria.
A muchas de las fotógrafas, aunque estén detrás de las cámaras, también se le exigen ciertos estereotipos estéticos para ser percibidas como alguien “de autoridad” en la moda (cierto peso, estilo de vestir, etc.); además de la clásica discriminación de género ligada con la maternidad, capacidad física (siendo percibida la fotografía como una profesión técnica) y un largo etcétera.
Sin embargo, muchas de las fotógrafas que han sido rechazadas por agencias de publicidad y marcas coinciden en que hay una razón mayor y, con todos estos escándalos de acoso y/o abuso sexual (de los que los grandes fotógrafos de moda, como Mario Testino y Terry Richardson, no se han escapado), han decidido expresarlo: la mayoría de las empresas siguen teniendo la creencia de que “el sexo vende”, por lo que prefieren profesionales hombres que saquen el lado coqueto de la modelo y aporten esa visión masculina, sobre todo cuando se trata de trajes de baño o lencería.
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El fotógrafo va a tener una perspectiva de “lo que me gustaría ver”, mientras que la fotógrafa va a pensar en “si yo fuera esa mujer, cómo me gustaría ser percibida”. Y aunque el consumidor hombre no es el que vaya a comprar, por ejemplo, ese bikini, la mujer igual quiere ver una imagen de una mujer sexy en la que se pueda ver reflejada porque, en el fondo, está comprando para lucir linda para alguien más o porque quiere sentirse así.
Así que sí, algunas de nosotras también tenemos nuestra cuota de responsabilidad en la falta de mujeres fotógrafas en lo que ha sido la industria de la moda hasta la actualidad.
No obstante, es interesante ver que como las mujeres estamos empezando a cambiar nuestra mentalidad en cuanto a ciertos patrones (o a expresar nuestra desconformidad en voz alta), el concepto de belleza y moda se está ampliando y le estamos empezando a dar valor a otras cosas.
Por ejemplo, no queremos una cartera sólo porque es bella, buscamos más elementos, como aquello que nos hace sentir, la historia detrás de la marca, si sus materiales son responsables con el medio ambiente, etc.
Y son las fotógrafas mujeres quienes, en parte también por estar experimentando estos cambios en carne propia, las encargadas ahora de retratar imágenes de moda menos superficiales y más acordes a los tiempos que corren.
Lamentablemente, en las revistas no se ve mucho todavía (quizá porque las líneas editoriales, más allá de poner una modelo plus size de vez en cuando, no han cambiado demasiado los viejos preceptos), pero en las redes sociales –particularmente Instagram- sí. Tal es el caso de fotógrafas como @emmasummerton, @emstempest o @yemchuk.
Algunas marcas de alta moda también han buscado la perspectiva femenina en la fotografía. Una de las más obvias ha sido Dior, que justamente hace poco puso por primera vez a una mujer, Maria Grazia Chiuri, como directora creativa, quien a su vez ha querido sumar más féminas en su equipo, incluyendo el ámbito fotográfico, donde espera lograr imágenes más directas, íntimas y honestas, donde la retratada se vea más como un ser humano y menos como modelo gracias a una conexión profesional que esté basada en algo más profundo y valioso que la sexualidad.