El conflicto por la dura situación de los profesores sigue sin resolverseHace meses las campañas de las grandes marcas insisten en algo a las familias argentinas: preparate para la vuelta al cole. Pero hoy, 5 de marzo, día en el que formalmente empiezan las clases para gran parte de los alumnos argentinos, muchos ni siquiera sabían si tendrían que madrugar o no.
¿La razón? El conflicto entre sindicalistas y las autoridades gubernamentales sobre las condiciones de remuneración de los docentes, principalmente, el porcentaje de aumento salarial ante el incremento de la inflación. Increíblemente, solo en solo 2 de los últimos 20 años todos los niños argentinos pudieron iniciar las clases cuando correspondía.
El gremio docente más importante convocó a un paro para el lunes 5 y martes 6 en todo el país, y aunque otros gremios no se plegaron, el impacto será muy fuerte en el desempeño normal de las escuelas, sobre todo las de carácter público.
¿Qué se dice de un lado y qué se dice del otro? Por el lado sindical, reclaman un aumento del 20% con una cláusula gatillo, es decir, que si la inflación es mayor a la prevista se conceda un ajuste mayor. Además, piden que la discusión se de a nivel nacional, y no provincia por provincia.
Desde el gobierno, se autorizó a una suba sólo del 15%, y se decidió que la negociación se haga distrito por distrito. La voluntad es reconocer con mejores pagas a quienes demuestren mejor rendimiento, por ejemplo, premiando el presentismo. En ese contexto, la negociación más importante y que debiera inspirar a otras es la de la provincia de Buenos Aires, donde las partes parecen por el momento inflexibles.
El fondo de la cuestión
El salario docente para un maestro con diez años de antigüedad puede ir entre los $11,248 y los $24,667, de acuerdo a la provincia, por media jornada. En el distrito más significativo, provincia de Buenos Aires, el salario es $17,318. Sin embargo, en bolsillo, con un sueldo de esas características el docente puede percibir no más de $14,000, debido a los descuentos previsionales e impuestos. Teniendo en cuenta que las responsabilidades del docente no se agotan en una mañana o tarde, ya que debe estudiar, planificar, y corregir, muchos no asumen un doble turno, que supondría un incremento en sus ingresos.
Los responsables de educar a los niños en la Argentina están en el piso de los rankings de los salarios por sector. Un informe del diario El Cronista, publicado en junio del año pasado y basado en datos oficiales del Ministerio de Trabajo, indica que de 14 sectores, 11 perciben mejores ingresos que Enseñanza. Si un docente, con su formación y su vocación, priorizase sus ingresos, tendría una mejor remuneración trabajando en construcción.
Las clases comenzarán en gran parte de los colegios privados, cuyo personal no suele adherir a las medidas de reclamo sindical. Las medidas sindicales no suelen agotarse en marzo, y se repiten durante el año. El índice de acatamiento en colegios privados no supera el 5%. En públicos, alcanza el 85%. Este es el principal motivo por el cual, muestran las cifras oficiales, cerca del 50% de los alumnos se encuentran inscriptos en el sistema privado, sea en colegios sin ningún tipo de subvención o en algunos con parcial subvención como los colegios parroquiales. Desde 2013, el traspaso del sector estatal al privado sube un 0.5% anualmente.
El ver a los niños en casa cuando debieran haber empezado el colegio, por 18va vez en los últimos 20 años, alcanza para confirmar la debacle de un sistema educativo que supo ser orgullo regional.