Souvigny, alto lugar de peregrinaje desde la Edad Media que sigue recibiendo peregrinos de toda Francia, recibe el reconocimiento oficial de Ciudad santuarioSouvigny, departamento de Allier (Francia), cuna de la familia de los Borbones, tiene un patrimonio excepcional. Estrechamente vinculada desde la Edad Media a la poderosa abadía de Cluny (la iglesia más grande del cristianismo de la época) como “hija mayor”, el priorato de Souvigny conoció una influencia sin parangón y se convirtió, con el paso de los años, en uno de los lugares de peregrinación más frecuentados de Francia.
Su influencia se explica, sobre todo, por la presencia de las reliquias de dos grandes abades del antiguo priorato benedictino: san Mayolo y san Odilón, fallecidos en 994 y 1049 respectivamente. Los relatos de los milagros de los dos santos abades atrajeron multitudes de fieles. Caridad y humildad, paz y misericordia, tal fue su enorme testimonio evangélico. Su santidad atrajo a una multitud de peregrinos, hasta la Revolución francesa.
Alto lugar de peregrinaje en la Edad Media
Hoy en día, Souvigny, que sigue recibiendo muchas visitas de turistas y peregrinos que vienen a admirar la riqueza de su patrimonio, ha visto su peregrinación, tan famosa en otro tiempo, revitalizada por Mons. Laurent Percerou. Obispo de la diócesis de Moulins desde 2013, quiso honrar esta peregrinación desde el comienzo de su episcopado. Los días 6 y 7 de abril de 2016, más de mil personas acudieron a rezar a los santos abades Mayolo y Odilón.
Al año siguiente, Mons. Percerou erigió el priorato de San Pedro y San Pablo como santuario de Paz. A principios de 2018, Souvigny recibió un nuevo título oficial: ¡Ciudad santuario! La peregrinación anual, que este año tendrá lugar los días 5 y 6 de mayo de 2018, tendrá como tema: “No hay paz sin manos para servir, sin corazones para amar”.
¿Qué descubrir en Souvigny?
Aunque Souvigny es más célebre por sus santos, también lo es por las riquezas patrimoniales que esconde. De acuerdo con la voluntad de Mons. Laurent Percerou, el santuario debe ser un lugar donde el arte y la fe dialoguen, se interrelacionen y enriquezcan mutuamente.
Desde su llegada, el visitante queda impresionado de inmediato por la imponente iglesia prioral de San Pedro y San Pablo y el elegante convento colindante. Clasificado como uno de los primeros monumentos históricos por Prosper Mérimée en 1840, el priorato recuperó todo su esplendor en la década de 2000, después de unas grandes obras de restauración. Hermoso testimonio de la arquitectura románica y gótica, el edificio sorprende por sus grandes dimensiones. Compuesta de tres naves, la iglesia combina un estilo gótico flamígero del siglo XV con un estilo románico del siglo XII, como demuestran las bóvedas de cañón estrechas.
Entre los tesoros ocultos en su interior se encuentra el mausoleo de san Mayolo y san Odilón, destruido en mil pedazos durante la Revolución y reconstruido en 2008 a partir de las 2400 piezas recuperadas en excavaciones arqueológicas. Las frentes de las efigies funerarias, gastadas, dan testimonio de la veneración de los peregrinos que vinieron a rezarles.
No lejos, un armario contiene los bustos relicarios de los dos santos. Las puertas se abren durante las peregrinaciones. Otros elementos destacables: las dos capillas funerarias donde se conservan, en una, las efigies del duque Luis II de Borbón y su esposa Ana de Auvernia y en la otra las efigies de Carlos I de Borbón y su esposa Inés de Borgoña.
Entre los objetos de culto, se puede admirar el hermoso altar mayor de madera, del siglo XVII, y las vidrieras del coro del siglo XV milagrosamente conservadas. Otro elemento clave, admirado por muchos músicos en Francia, es el órgano de François-Henry Clicquot (1785). Obra de referencia en la construcción del órgano clásico francés, recibe las visitas de muchos fabricantes y músicos franceses y extranjeros. Muy bien conservado, ofrece regularmente conciertos y sirve para numerosas clases magistrales y grabaciones para organistas de todo el mundo.
A continuación, Olivier Latry, organista titular del gran órgano de la catedral de Notre-Dame de París, interpreta un Plein jeu de Jean-Adam Guilain, compositor francés que dejó una colección única de piezas de órgano, compuesta de cuatro suites de pura tradición francesa.
Para descubrir las festividades que tendrán lugar durante la gran peregrinación del 5 y 6 de mayo de 2018, visita la página oficial del santuario de Souvigny haciendo clic aquí.