No se mordía la lenguaA lo largo de todo el ministerio de Jesús, Su mayor enemigo era, en gran parte, invisible. Aun así, cuando el mismo Satán se reveló ante Jesús, Él le reprendió con dureza y dedicó graves palabras al ángel rebelde.
Aquí pueden leer un breve recopilatorio de cinco citas poderosas de la Biblia que destacan los sentimientos de Jesús hacia el Embustero definitivo y demuestran que Satán no es rival para el Rey de toda la creación.
Retírate, Satanás, porque está escrito: “Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto”. Entonces el demonio lo dejó. (Mateo 4,10-11)
Ustedes tienen por padre al demonio y quieren cumplir los deseos de su padre. Desde el comienzo él fue homicida y no tiene nada que ver con la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, habla conforme a lo que es, porque es mentiroso y padre de la mentira (Juan 8,44).
Los setenta y dos volvieron y le dijeron llenos de gozo: “Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre”. Él les dijo: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Les he dado poder de caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos” (Lucas 10,17-19).
Gritando con fuerza: “¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo de Dios, el Altísimo? ¡Te conjuro por Dios, no me atormentes!”. Porque Jesús le había dicho: “¡Sal de este hombre, espíritu impuro!” (Marcos 5,7-8).
Y los espíritus impuros, apenas Lo veían, se tiraban a Sus pies, gritando [a Jesús]: “¡Tú eres el Hijo de Dios!” (Marcos 3,11).