Pa destaca. Es una de las 12 concursantes de “Maestros de la Costura”, el exitoso programa de Televisión Española que busca al mejor modista amateur de España. Destaca por saber coser y por mucho más.Es capaz de confeccionar un hábito solidario y, al mismo tiempo, ayudar a otra concursante. Es capaz de morderse la lengua y decir lo que piensa sin herir al otro. Es capaz de valorar al que no es como ella y de soportar la tensión de este concurso de televisión que le apartó durante semanas de su marido y sus 6 hijos. Es una mujer con una extraordinaria capacidad para amar de distintas maneras pues, como dice en esta entrevista para Aleteia, es capaz de llevar a Dios en cada cosa que hace.
Se define a través de su familia, cuyo concepto supera el que solemos emplear. Forma parte de la gran familia de la Armada española de la que tantos valores ha mamado y ahora transmite con su forma de ser. Es nieta, hija, hermana, esposa, tía y madre de marinos.
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Su referente, su madre, una maravillosa mujer que crió a sus trece hijos con un amoroso esfuerzo que le llevó incluso a confeccionar los trajes de novia de sus nueve hijas.
¿Por qué coses? Ante la ingente oferta de ‘fash fashion’, ¿merece la pena coger la máquina de coser e invertir en ella horas y horas?
Coso porque me gusta la costura. Además de ser práctica, para mí, tiene una parte de hobbie. Aunque hay mucha oferta en la moda, y hoy en día uno se puede vestir elegante y barato, la costura hace que vayas única, nadie va a ir como tú y encima si lo que quieres es algo en concreto, te lo haces y no tienes que recorrerte tiendas y tiendas hasta encontrar algo parecido. Por eso compensa. A mí, me aporta una enorme satisfacción coser, ver mis prendas terminadas y que quien las luce se encuentre genial, es una satisfacción enorme.
Dicen que la costura vuelve a estar de moda, el éxito de “Maestros de la Costura” es prueba de ello. Un retorno a lo artesanal, a la creatividad… ¿Se puede extraer alguna lección de vida del corte y la confección?
Todo en la vida te sirve para aprender, hasta la confección, porque a veces estás arriba y las cosas salen rodadas y, otras veces, es un desastre tras otro, como en la vida. Que te salga algo mal hoy no quiere decir que mañana no te salga bien. Lo vuelves a cortar y a hacer, pues en la vida lo mismo.
Madre de familia numerosa, tanto sabes hacer el bajo de un pantalón como atiendes de maravilla a los clientes, lo has demostrado en el programa. Con 6 hijos en casa, ¿una descubre que es capaz de hacer muchas cosas muy distintas?
Tener 6 hijos te da una capacidad casi extraterrestre de hacer cosas y más cosas. No sabes nunca hasta dónde eres capaz de llegar. Cada uno es de una manera y te necesitan. Lo mismo estás cosiendo, que haciendo la cena, que preguntando Sociales al pequeño, que la mayor le ha salido mal algo y es importantísimo contártelo ya, etc…
En el concurso hay momentos de tensión. Este lunes los espectadores te vieron a punto de romper a llorar y mordiéndote la lengua por tu falta de entendimiento con Eduardo, el concursante que finalmente fue expulsado. ¿Qué lección sacaste de aquello?
No hay que olvidar que es un concurso de televisión. La tensión, los nervios, nos hacen estar más sensibles o más irritables. Claramente, Eduardo y yo somos de generaciones distintas, como otros concursantes del programa y, a veces, no nos entendemos. Quizá lo que más estoy aprendiendo en esta experiencia es convivir con gente muy diferente, que a lo mejor no hubiera tratado nunca sino es por ‘Maestros de la Costura’ y he descubierto gente maravillosa.
El día en que se os pidió coser un hábito de monja, tú finalmente te emocionaste al ser proclamada ganadora de la prueba. Recordaste tu colegio de monjas, a tu madre… ¿poner el corazón en lo que uno hace le lleva conseguir grandes metas?
En esa prueba estaba muy motivada, una prueba solidaria y que mi trabajo serviría para las monjas. Tenía mucha motivación, la hice con todo mi cariño e interés y conseguí quedar en primer lugar. Efectivamente, si pones el corazón las cosas siempre saldrán bien. Y de mi madre, sólo decirte que si ella me hubiera visto estaría encantada, ella me crio en la fe y a ella se lo debo todo, mi forma de ser y la felicidad que siempre me acompaña.
¿Contenta con la experiencia?
Sí, ha sido una experiencia maravillosa y me ha ayudado a conocerme, al sacarme de mi entorno y de la protección de los míos, porque estábamos fuera de casa. Me ha encantado participar en este concurso y como experiencia ha sido única, la verdad.
Eres una mujer atractiva: guapa, ocurrente, con inteligencia y garbo, prudente… y católica. ¿Habías pensado que algún día tu testimonio como católica iba a llegar a 1.900.000 personas de golpe? ¿Qué significa la fe en tu vida?
La fe es la parte fundamental en mi vida, el llevar a Dios conmigo en cada cosa que hago o digo. Mis padres me inculcaron la fe y por eso les estoy eternamente agradecida. A mis hijos también se la hemos inculcado, lo vemos fundamental, para las alegrías y para las penas, para los éxitos y para los fracasos, para cada día de tu vida. No sé muy bien cómo explicarme, porque ni soy teóloga, ni he estudiado nada parecido, solo soy una creyente que necesita a Dios a su lado cada día de su vida.
¿A qué artista te gustaría vestir y por qué? (y más o menos cómo sería ese traje)
No sabría decirte solo uno la verdad, me gustan muchas. Una que me encanta es Eva González, por su simpatía además de ser guapísima, Anne Igartiburu, porque me parece muy elegante. El traje para cualquiera sería de un solo color, con unos cortes donde se destaque su figura y su elegancia, algo sencillo y clásico, porque está visto que para las modernidades no sirvo.
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