El solresol o Lengua Musical Universal, nunca terminó de arraigar, pero sí dejó huellaTodos los músicos y los amantes de la música están familiarizados con la extraordinaria capacidad comunicativa de la música, una capacidad que no necesita palabras ni explicaciones para transmitir un mensaje. Pues bien, Jean François Sudre llevó la idea a un nivel literal cuando inventó ‘La Téléphonie’, una especie de código basado en el alfabeto francés que permitía traducir el idioma francés a notas musicales.
Sin embargo, después de intentar vender su código a los militares, subió aún más su listón al crear el solresol, un idioma nuevo que se expresa exclusivamente con música y que trascendería todas las naciones y las lenguas extranjeras, creando así un acceso abierto entre culturas.
Para ello aplicó el solfeo (la lectura de notas musicales, por ejemplo, do, re, mi…) para conseguir un producto final que, aunque no disponía de tantos matices como las lenguas habladas, seguía siendo un notable logro.
De hecho, una fundación dedicada a la conservación del solresol realizó intentos de desarrollarlo de un lenguaje musical a un lenguaje de signos, pero la cultura europea de este tiempo seguía demasiado dedicada al “oralismo” (la filosofía de que las personas sordas deben aprender a hablar) como para abrirse a esta idea nueva.
El caso es que, aunque el solresol nunca llegara a su apogeo, todavía podemos aprender de su legado. Para saber más sobre la gramática del solresol y sobre cómo funciona, echa un vistazo al vídeo anterior.