Las medidas del gobierno siguen empujando a venezolanos hacia el exteriorContinúan creciendo en algunos países los resquemores acerca de la llegada y permanencia de los venezolanos. República Dominicana acaba de exponer sus reservas: cree que “se debe prohibir la entrada a venezolanos y haitianos”. Otros países son más condescendientes y acogedores pero la presencia de extranjeros comienza a presentar problemas para naciones sin músculo suficiente como para asimilarla sin más.
Mientras tanto, una reunión en Washington acordará más sanciones para Venezuela: Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y miembros de la Unión Europea, se reunirán para reforzar la presión económica sobre Venezuela. Forma parte del bloqueo financiero internacional contra la dictadura de Nicolás Maduro. “Estamos teniendo discusiones con la UE para que ellos adopten sanciones que se complementen con las nuestras : creo que es muy importante que se sumen y tengamos un frente unido”, dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, quien ha convocado a sus homólogos en Washington el próximo mes de abril para coordinar los esfuerzos; la intención será emprender un “paquete de encierro” como parte de nuevas sanciones conjuntas.
Pero, qué pasa en Venezuela? Como siempre, sin aviso y sin protesto, el régimen lanza polvo a los ojos. El gobierno de Maduro encuentra otro subterfugio para correr la arruga: vuelve a quitar tres ceros a la moneda. Anoche anunció una nueva reconversión monetaria con el fin de disimular el descalabro inflacionario. Su solución: nuevamente restar tres ceros a la moneda y erigir una nueva ilusión. Hace poco ya lo había hecho y, como recuerda el analista Orlando Avendaño, “la reconversión anterior tuvo un costo superior a USD $ 40 millones para el sistema financiero, incluyendo publicidad y adecuación tecnológica”
“Bolívar Soberano” llamó Maduro a su nuevo invento. Según argumentó en cadena nacional de medios radioeléctricos: “Para garantizar al pueblo de Venezuela sus actividades comerciales y monetarias, entrará en vigencia desde el lunes 4 de junio un nuevo cono monetario, es un equilibrio necesario para la felicidad de nuestro pueblo”.
Bajo el antifaz de la defensa del bolívar ante las propuestas de dolarización, el presidente venezolano barre para debajo del sofá agregando ceros a una moneda completamente desmantelada con respecto a lo que fue su valor real. “No es que las cosas estén caras -reaccionaba un venezolano perspicaz en la calle- lo que ocurre es que el bolívar no vale nada”. Y es que para los ciudadanos, los que sufren las consecuencias de las malas políticas, con el nuevo cono de billetes y monedas no se puede pagar servicios tan esenciales como la gasolina y el Metro. Mucho menos se va al hospital o se hace mercado.
Otra de esas medidas que esconden la permanencia intacta del problema, otro acto de ilusionismo en virtud del cual Maduro va logrando aumentos encubiertos -en un desesperado intento por disminuir su efecto político- bajo la apariencia de una modificación más del cono monetario.
Ayer, las redes sociales divulgaban las conclusiones de la gente acerca del anuncio: “Nicolás consiguió la forma de aumentar la gasolina sin que te des cuenta. A partir de junio, 1000 bolívares de ahora serán 1 bolívar (*) o sea, que la gasolina que hoy te cuesta Bs 1, debería costarte Bs 0,001. Pero, como 0,001 es inmanejable: si el nuevo precio es Bs 0,01(un céntimo) serían Bs 10 de los actuales o sea, a un aumento del 1000%. Pero si el precio pasa a ser Bs 0,10 (diez pobres céntimos) serían Bs 100 de los actuales o sea, un aumento del 10.000%. Atento a la jugada -alertan- que lo que viene con la gasolina es candela”.
Una maniobra argumental complicada para explicar lo que pasa, pero que denota el crecimiento político de los venezolanos con quienes ya no funciona el engaño como recurso de gobierno. La gente está clara en que la medida anunciada no representa solución a problemas reales sino que revela los atajos de un régimen acorralado que no encuentra salidas a los problemas que él mismo generó.
El meollo del asunto es uno solo: sin recuperación de la economía, del aparato productivo, sin medidas que tiendan a mover los resortes a la inversión y rescaten la confianza, todo lo que el gobierno haga es inútil, se convertirá en sal y agua y la frustración tanto como la satisfacción de las demandas sociales serán imposibles. El deterioro avanza, por más ceros que le quiten a la moneda. Y así se demostró hace pocos años.
Al bolívar se le quitaron seis ceros en 10 años. Es un trabajo de prestidigitadores: con tres ceros menos, por lo que un producto que en la actualidad vale 180.000 bolívares pasará a costar 180 bolívares.
El escenario es muy distinto al de la reconversión que aplicó el fallecido Hugo Chávez en 2007 -que eliminó tres ceros a la moneda- cuando no había hiperinflación, pero sí una inflación alta. En ese entonces, se hizo bajo la promesa de llevar al país a una inflación de un dígito, situación que en la práctica no ocurrió.
Los expertos en economía advierten que la nueva reconversión solo es una medida del gobierno para tapar la hiperinflación del país, la cual seguirá en aumento si no se toman los correctivos correspondientes para reducirla.
“La reconversión monetaria es para enmascarar la inflación y no sacar billetes, por ejemplo, de un millón y así pasar el de 100.000 a 100”, indicó el economista y diputado a la Asamblea Nacional, José Guerra.
Maduro ha movido sus piezas en el tablero del tiempo. Veremos si lo gana.- *(*) $1 se cambia hoy a Bs. 230941,27 y el € a Bs. 283722,90*