Una película de fantasmas contada desde la perspectiva de un espectro En los festivales la película de David Lowery ha dejado al respetable boquiabierto, en los circuitos comerciales ha generado fundamentalmente desconcierto. ¿La razón? El film es tan complejo como pretencioso, tan hermoso como cruel, tan hermético como palpable y esto, no se ve todos los días.
Advertencia: A Ghost Story no es, ni remotamente una película de terror. Es más, ni siquiera es una película apta para todos los públicos, pero no porque sea especialmente violenta o porque venga con las tintas cargadas de sexo o algo parecido. No, A Ghost Story no es un film apto para todo el mundo simple y llanamente porque es un film agónicamente lento. Eso sí, no es lento por mero capricho conceptual, es lento porque es como un fantasma probablemente vea desfilar la realidad.
A Ghost Story es una película de fantasmas contada desde la perspectiva de un espectro que, éste sí, sabe que ya no está vivo. Es por esto que casi todo que pasa suceda con una evidente parsimonia, como si el tiempo no terminara de pasar o como si su paso fuera eterno.
Al principio, el fantasma tiene la opción de “dar el paso” a un mundo que se antojaba maravilloso, pero por alguna razón, prefiere quedarse en lo terreno. Aquí, las cosas son muy distintas, sobre todo para un espectro, donde el sentido lineal del tiempo, con principio y fin, no encaja demasiado con la lógica interna de un fantasma.
Su director, David Lowery, recién salido de una superproducción Disney repleta de efectos especiales como Peter y el dragón y con un pie dentro de otro gigantesco proyecto de la misma casa como Peter Pan, parece haber practicado un ejercicio de explosión radicalmente personal. A Ghost Story seguramente irritará hasta el delirio a mucha gente pero debería hipnotizar a otros tantos, o por lo menos, despertar cierto cosquilleo de interés.
Probablemente A Ghost Story sea una película tan estimulante como pretenciosa. El film no quiere exponer un sentimiento quiere que lo veamos desarrollarse. Por esta razón en la película las cosas van más allá de la mera exposición, aquí las cosas se mastican, como el sentimiento de pérdida de un ser querido.
Llegados a este punto A Ghost Story también planea sobre conceptos no menos complicados como el amor y el olvido reduciéndolo todo, para bien o para mal, a una cuestión antropocentrísta, casi egoísta, sobre lo que el hombre ve o siente.
En A Ghost Story, Dios no juega ningún papel porque nuestro fantasma, de rasgos arquetípicos, prefiere quedarse con los mortales. Es por esta razón que todo resulte confuso, agónico y a veces incluso insufrible, pero es que, eso debe ser, ser un fantasma.
Ficha Técnica
Título Original: A Ghost Story (2017)
País: Estados Unidos
Dirección: David Lowery
Guion: David Lowery
Reparto: Rooney Mara, Casey Affleck, Rob Zabrecky, Will Oldham, Liz Franke, Sonia Acevedo