El gesto del Pontífice en el Viernes Santo, en el único día del año que no se oficia misa, ni se realiza la consagración. El Predicador pontificio: Jóvenes salven el amor; la vocación del matrimonio y la familiaEl papa Francisco presidió el rito de la Pasión del Señor este Viernes Santo, 30 de marzo de 2018, en la Basílica Vaticana.
El Sucesor de Pedro entró en silencio al templo, mientras se escuchó apenas el eco de los pasos, llegó delante al altar mayor y se postró en la superficie de cuerpo entero. Dos personas ayudaron al Papa latinoamericano de 81 años a ir al suelo mientras llevaba el peso de los paramentos rojos y de sus zapatos negros ortopédicos.
Allí, tendido en el suelo, en signo de penitencia, el Papa como llevando en sus hombros casi la carga del pecado de la humanidad ha orado en silencio por dos minutos en la nave central. La cruz cubierta del altar mayor estaba tapada con una tela roja.
Los presentes se arrodillaron y, en silencio, cardenales, obispos y fieles rezaron. Luego, de pie Francisco profesó en latín el Reminiscere miserationum tuarum.
El Viernes Santo es el día en que la Iglesia conmemora la pasión y la muerte de Jesucristo en la cruz. En este día Jesús entregó su cuerpo y derramó su sangre para el perdón de los pecados y para la salvación de los hombres.
Los presentes en la Basílica Vaticana escucharon la narración bíblica de la Pasión y la Crucifixión. Este día la Iglesia no celebra la Eucaristía y ningún sacramento, solo la Unción de los Enfermos y de la Reconciliación.
Francisco siguió las lecturas y como todos los presentes se arrodilló por largo tiempo en el momento de la narración de la muerte de Cristo en la colina del Gólgota.
La homilía fue pronunciada por el religioso Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia y se centró en la vocación de los jóvenes y recordó el próximo Sínodo en octubre 2018 dedicado a ellos.
¡Jóvenes salven el amor! El predicador pontificio instó a los jóvenes a donarse “totalmente” en el matrimonio, o a “Dios en la vida consagrada”.
“Queridos jóvenes cristianos[…]¡Tened la valentía de ir contra corriente! La dirección opuesta, para nosotros, no es un lugar, es una persona, es Jesús nuestro amigo y redentor”, dijo Cantalamessa, fraile capuchino.
A los jóvenes dijo: “Se os confía particularmente una tarea a vosotros: salvar el amor humano de la deriva trágica en la que ha terminado: el amor que ya no es don de sí, sino sólo posesión —a menudo violenta y tiránica— del otro”.
Destacó que “no se trata, pues, de renunciar a las alegrías del amor, a la atracción y al eros, sino de saber unir al eros el ágape, al deseo del otro, la capacidad de darse al otro”.
Por la noche, el papa Francisco presidirá desde la colina del Palatino, que se encuentra frente al anfiteatro Flavio, el Coliseo romano, el tradicional Vía Crucis.
Esa ceremonia fue instaurada en 1741 por el papa Benedicto XIV y, tras décadas de olvido, volvió a celebrarse en 1925. Luego el Papa Pablo VI ha querido volver a celebrar en el Coliseo el rito en memoria de la persecución a los primeros cristianos.
Este año, los jóvenes de una escuela de bachillerato en Roma fueron los encargados de realizar las meditaciones para las 14 Estaciones. Tras el Via Crucis, el Papa pronunciará una oración.
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