El drama de una mujer que ha dedicado su vida a alimentar a los niños “Yo voy a seguir dando de comer, hasta que Dios diga basta”, expresó de forma contundente en diálogo con el medio local 970 AM –reproduce Hoy- Doña Sara Servián, una mujer que en los últimos tiempos se ha convertido en tema de conversación en Paraguay.
Esta mujer de 81 años, por muchos años al frente del comedor Mitã Raity (Nido de Niños) ubicado en el barrio La Tabalada de Asunción que alimenta diariamente a unos 200 niños, actualmente atraviesa una delicada situación luego de que trascendiera una denuncia hacia su sobrina –hoy en día cargo del comedor- y la pareja de ésta por maltratos físicos y psicológicos mientras la cuidaban.
En ese sentido, estas denuncias tuvieron avances y se dictaminó a nivel judicial que su sobrina no pueda acercarse a Doña Sara en un plazo de 90 días.
“Mucha gente vino a apoyarme y levantarme anímicamente otra vez. Realmente quedé muy mal después de todo este lío”, indicó a 970 AM Doña Sara, quien además padece trombosis, artrosis y principio de alzheimer, aspectos que han intensificado su “calvario”.
A la hora de encontrar alguna explicación al accionar de su sobrina, Doña Sara ha expresado a través de los medios de comunicación que desde un primer momento se opuso a la relación de su sobrina con su actual pareja –a quien calificó de adicto y violento- lo que le costó también amenazas.
Por otro lado, a través de un video difundido en las últimas en las redes sociales, Doña Sara hace énfasis en el hecho de que las personas que están dirigiendo el comedor –entre ellas su sobrina- no son de su confianza y dio a conocer una vía para seguir colaborando con ella directamente, prosigue Última Hora.
Entretanto, más allá de la situación, Doña Sara lucha por volver a sonreír y mantiene la esperanza de que todo haya llegado a su fin. Al menos esas han sido las señales continuas que viene recibiendo de un tiempo a esta parte.
A fines de marzo, por ejemplo, la Cámara de Diputados avanzó en la sanción de un proyecto de ley para concederle una pensión graciable a Doña Sara Servín debido a su actual estado de salud y dedicación para con los niños.
En otras ocasiones, en momentos también de dificultad, como lo acontecido tras las inundaciones que se registraron en Asunción en 2015 donde el local quedó completamente bajo agua, Doña Sara también supo sobreponerse y salir adelante.
De esta manera, esta mujer, ícono de solidaridad en Paraguay, ahora se transforma en beneficiaria de atención de parte de la sociedad que mira hacia atrás y encuentra una vida entregada a los más desfavorecidos y necesitados.
Con información de 970 AM y Última Hora