Una especie que corre peligro gracias al impacto de las actividades humanas Se trata del felino más grande de América Latina –ocupa también un lugar en el podio a nivel planetario – y desde hacer varios años tiene algo que decirle a la humanidad. Entre otras cosas, que gracias a su accionar, el futuro de su especie corre peligro.
Así lo reafirmó un reciente estudio publicado por la organización Panthera, que contó con la participación del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, el Ministerio de Ciencia y Educación Superior de Polonia y varios expertos, reproduce un informe difundido por Semana Sostenible.
En ese sentido, se indica que su rango de distribución en los últimos 100 años en América del Sur se ha visto reducido a la mitad (ha perdido más de la mitad de su hábitat). Y es así que aparece un dato más que significativo: actualmente en el continente americano quedan unos 173.000 jaguares (Panthera onca), subraya Semana Sostenible.
Pero a la hora de encontrar las causas de esta situación compleja para este singular felino, que se destaca por su robustez, músculos y manchas oscuras, el informe hace referencia –prosigue Semana– a “la deforestación para fines agrícolas y minería ilegal, el conflicto con los ganaderos de la región y la cacería no sostenible de sus presas, como venados o armadillos”.
El director regional de Panthera para el norte de Suramérica, Esteban Payán, opinó sobre el declive poblacional de esta especie en diálogo con la Agencia Anadolu, indica Semana. “El problema es que la tendencia va hacia abajo por la competencia con los humanos”, expresó.
Al mismo tiempo, señaló los puntos más críticos para el jaguar en América Latina entre los que se destaca Brasil y la deforestación al sur de la cuenca amazónica.
“Están tumbando el Amazonas para hacer soya y los llanos orientales colombianos para el arroz, principalmente”, manifestó.
Pero también tiene gran incidencia para la amenaza al jaguar la minería ilegal en Colombia o la propia caza ilegal extendida en Bolivia (se distingue el crecimiento de la venta de sus partes en el mercado negro).
Los jaguares en el continente
En cuanto a la distribución de este felino en el continente americano, el informe también arroja algunos datos particulares como que en Brasil hay un total de 86.834 individuos, seguido Perú (22.210); Colombia (16.598); Bolivia (12.845) y Venezuela 11.542.
A nivel centroamericano se destacan México (4.343) y Nicaragua (1.467). En tanto, en países como Uruguay, Chile, Estados Unidos y El Salvador no se registran datos de la presencia de este felino, sostiene Semana en base al informe.
“La mayoría de los jaguares están concentrados en la cuenca del Amazonas, donde las densidades de población humana son bajas (menos de una persona por km2). En estas condiciones, la caza generalmente no tiene un efecto importante”, puntualiza el informe.
De esta manera -a la luz de una investigación que hace foco en el jaguar, un felino del cual se viene hablando desde hace varios años (estado de especie “casi amenazada” desde hace más de dos décadas) y ha motivado múltiples informes hasta de la propia división dedicada al medio ambiente de Naciones Unidas- una vez más adquiere relevancia el mensaje del papa Francisco en su encíclica Laudato Sí y el cuidado de la Creación. El accionar del hombre –y los factores anteriormente mencionados- tiene directa relación con el futuro de una icónica especie que cumple un rol clave, por ejemplo, en los sistemas forestales.