Sublime desierto donde ya no queda nada, sino sólo un corazón cansadoSublime desierto en el cual
me sales al encuentro.
Sagrado sitio donde ya no queda nada,
sino sólo un corazón cansado.
Desierto… misterioso lugar de intimidad,
donde la mirada se alza,
las heridas, alma mía, sanan;
y donde Tú y yo hacemos alianza.
Sublime desierto en el cual
me descubro necesitado/a.
Sagrado sitio donde experimento
mi fragilidad humana abrazada.
Desierto… depende del tiempo:
zona de refugio o amenaza.
Estación interna necesaria para que algo muera
y la vida se abra paso en clave de esperanza.
Por Ranea, Sofía
Artículo originalmente publicado por Oleada Joven