La Pontificia Comisión para América Latina propone un Sínodo sobre la Mujer
“Todavía existen clérigos mandones ‘machistas’ que intentan utilizar a las mujeres como sirvientas dentro de su parroquia, casi como clientes sumisos de culto y trabajo manual para lo que se necesita. Todo esto tiene que terminar”. Así lo dice el documento final de la reunión en la que se reflexionó, desde diferentes perspectivas, sobre “La mujer, pilar en la edificación de la Iglesia y de la sociedad en América Latina”.
En sintonía con el pensamiento, la palabra y la acción del Papa Francisco la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), que preside el cardenal canadiense Marc Ouellet, ha propuesto que se celebre un Sínodo de Obispos “sobre el tema de la Mujer en la Vida y Misión de la Iglesia”.
Así como los sínodos ordinario y extraordinario sobre la Familia y el que se celebrará en este año sobre los Jóvenes, la Iglesia debe reconocer y apreciar el papel de la mujer, que en América Latina, en gran cantidad de ocasiones son “únicamente trabajadoras sumisas en la parroquia”, tal y como dijeron miembros de la CAL al final su última reunión el pasado mes de marzo.
Denunciar toda forma de discriminación
La petición del Sínodo sobre la Mujer fue anunciada por L’Osservatore Romano, el periódico del Vaticano, mismo órgano que reveló, el 11 de abril, que el tema de la reunión de la CAL había sido elegido por el Papa Francisco así como las 14 mujeres latinoamericanas invitadas a participar en la reunión y en la redacción de sus recomendaciones pastorales.
Para la CAL se hace necesario “implementar soluciones concretas a los problemas que enfrentan las mujeres en América Latina” así como “denunciar toda forma de discriminación y opresión, violencia y explotación que sufren las mujeres en diversas situaciones”, tal y como lo indica el documento final de la Quinta Asamblea General del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), celebrada en Aparecida (Brasil) en mayo de 2007.
Al expresar su agradecimiento por el testimonio cristiano dado por mujeres en la vida consagrada, madres que son “mártires auténticas” dando sus vidas por sus familias “y viudas que sirven a sus comunidades en caridad”, el documento de la CAL dice que las mujeres “pueden y deben desempeñar un papel más importante en la vida de Iglesia, incluso en la formación de futuros sacerdotes”.
Los beneficios del “genio femenino”
Para que los sacerdotes puedan beneficiarse del “genio femenino”, expresó el documento de la CAL, es importante que las mujeres casadas y las mujeres consagradas “participen en el proceso de formación” de aquellos, mostrándoles la perspectiva femenina del cristianismo.
Las mujeres deberían formar parte “de los equipos de formación, dándoles autoridad para enseñar y acompañar a los seminaristas, así como la oportunidad de intervenir en el discernimiento vocacional y el desarrollo equilibrado de los candidatos al ministerio sacerdotal”, subrayó el documento de la CAL.
En sus conclusiones, la Asamblea de la CAL precisó que las mujeres deberían involucrarse más en la toma de decisiones a nivel parroquial, diocesano, nacional y global. Tal apertura no es “una concesión a la presión”, sino el resultado de la conciencia de que “la ausencia de mujeres en la toma de decisiones es un defecto, una laguna eclesiológica, el efecto negativo de una mentalidad clerical y chovinista”.
La terrible influencia de las telenovelas
Renglón aparte ha sido el señalamiento de la CAL sobre la influencia negativa que las “telenovelas” (“soap operas” en inglés o “culebrones” en España) tienen sobre las mujeres latinoamericanas, porque “socavan los matrimonios” e ironizan sobre las familias etiquetadas como “tradicionales” mientras defienden una variedad de otras formas de convivencia.
Además, dice el documento, “intentan socavar la maternidad, que se describe como una prisión que reduce las posibilidades del bienestar y el progreso de una mujer”.
En América Latina, los participantes en la reunión advirtieron que las mujeres pobres son sometidas a “formas de explotación indignas y horribles” al “alquilar su útero” por subrogación e influenciadas por organizaciones extranjeras. “Los lobbies feministas que están bien financiados y orquestados por agencias internacionales” juegan un papel en la disminución de la dignidad de las mujeres, agregó el documento de la CAL.
María: la dimensión materna de la Iglesia
La figura de María como “una mujer libre y fuerte, obediente a la voluntad de Dios”, puede ser crucial para “recuperar la identidad de la mujer y su valor en la “Iglesia”, recordó el documento. Al igual que María proclamando el “Magníficat”, las mujeres pueden tener una voz profética y demostrar “la dimensión femenina y materna de la Iglesia”, afirmó la CAL.
Finalmente la Comisión externó su convicción de que “la Iglesia Católica, siguiendo el ejemplo de Jesús, debe estar muy libre de prejuicios, estereotipos y discriminación contra las mujeres (…) Las comunidades cristianas deben emprender una revisión seria de sus vidas y una ‘conversión pastoral’ capaz de pedir perdón por todas aquellas situaciones en las que fueron y siguen siendo cómplices en el ataque a su dignidad”.
Con información de Junno Arocho Esteves – Catholic News Service