Muestras de solidaridad para con una familia que perdió a su madre y que lucha por la unidad Cristinia Humacachu, una joven madre boliviana de 35 años, murió hace dos semanas a causa del cáncer, pero su último deseo tocó los corazones no solo de sus más allegados, pues su historia conmovió a un país entero.
Efectivamente, Cristina, madre de nueve hijos, lo que expresó antes de partir fue que “su familia se mantuviera unida”, tal cual recuerda El Deber en un reciente reportaje.
Es aquí donde cobran protagonistas sus hijos y su esposo, quienes escucharon las palabras de la madre y a pesar de todas las dificultades están peleando sin cuartel para salir adelante y juntos.
Jorge Cruz es el mayor con 18 años y le tocó “hacerse cargo” de la casa junto a su hermana Nelba de 15 años mientras su padre “se encontraba ausente ayudando a su esposa, buscando medicamentos y encomendándose a Dios”, prosigue El Deber.
Esta familia vive en una situación de precariedad. Todos conviven en una sola pieza y cuando llueve el lugar suele inundarse.
“Si me recupero vamos a irnos de vuelta a Sucre, porque acá hay mucha gente que nos quiere hacer daño. Si ya no estoy, no dejes que nos separen”, confiesa Saúl Cruz, el esposo de esta mujer que pensó más en los hijos y en el futuro de su familia que en ella misma.
Que sus hijos se separen o que se dispersen en algún hogar era justamente una sus mayores preocupaciones, algo que quedó demostrado, luego del duro momento tras el fallecimiento, que no ocurrirá.
Lo acontecido con esta familia generó muestras de apoyo y solidaridad en los últimos días que se empezaron a concretar a través de los hechos como la donación de electrodomésticos, frazadas, colchones y hasta dedicación para atenderlos. “Si los niños se quedan yo vendré todos los días a ayudarlos”, expresó, por ejemplo, una maestra que no quiso ser identificada al medio boliviano.
También surgió la posibilidad de apoyo para que tengan una nueva vivienda y hasta el padre recibió una propuesta de una organización para emprender un negocio.
En las últimas horas los integrantes de esta particular familia, que tienen lo que les dijo su madre en el corazón, expresaron públicamente su agradecimiento, además de manifestar que seguirán peleando para avanzar a través del trabajo y los estudios.
He aquí a los hermanitos Cruz y su padre, una historia de unidad -tal cual lo soñó su madre- y amor familiar en medio de las dificultades que despertó solidaridad en Bolivia.
Con información en base a El Deber