La memoria viva del pueblo amazónico que pide justicia
¿Qué daño podría causar su canto?. Olivia Arévalo Lomas, lideresa de la etnia amazónica Shipibo-Konibo, dedicó su vida a cultivar una relación armoniosa con la naturaleza. Aprendía a diario de ella. “Escuchaba, respetaba y cuidaba los bosques”. “Sus Icaros (cantos de ceremonias de curación) contaban nuestra historia”, así lo narró para la televisión peruana su sobrino Ricardo Franco, quien aún no comprende el porqué del asesinato de Olivia.
La etnia Shipibo-konibo habita en las regiones de Ucayali, Madre de Dios, Loreto y Huánuco en el oriente peruano, es uno de los pueblos más numerosos de la Amazonía peruana. En la comunidad intercultural Victoria Gracia, en la provincia de Coronel Portillo en la región Ucayali, Olivia aprendió a convivir con la madre tierra.
La maestra Shipibo-Konibo portadora de la cultura ancestral de su pueblo transmitía en sus Ikaros, declarado Patrimonio Cultural en junio de 2016 por el ministerio de cultura, la idiosincrasia de su pueblo y los conocimientos adquiridos de la medicina tradicional. Esta nación amazónica constituye un elemento transversal de la cultura en la etnia shipibo konibo, conformado por 32 mil personas agrupadas en 150 comunidades organizadas en la selva peruana.
¿Por qué atacar la memoria viva de un pueblo?
El pueblo shipibo-konibo-xetebo pertenece a la familia etnolingüística pano y sus pobladores hablan la lengua originaria shipibo-konibo, como lo reconoce el antropólogo Jacques Tournon, “la nación amazónica es producto de un proceso de fusión étnica y cultural entre los pueblos shipibo-konibo y xetebo”.
En días pasados la lideresa amazónica encontró la muerte en su propia casa. Su asesino sin conciencia le arrancó la vida. De inmediato los miembros de su comunidad y pobladores de la región repudiaron el hecho. Los obispos del Perú a través de un comunicado emitido por las redes sociales condenaron el hecho. Monseñor Miguel Cabrejos Viderte, presidente de la Conferencia Episcopal Peruana expreso su solidaridad con la familia y la comunidad Victoria Gracia.
“Ustedes son memoria viva de la misión que Dios nos ha encomendado a todos: cuidar la Casa Común” es el mensaje que Francisco dejó a todos los peruanos durante el encuentro que sostuvo con los pueblos amazónicos en Puerto Maldonado. ¿Cómo cuidar la casa común sin preservar a los miembros de las naciones amazónicas?.
En los próximos días las autoridades policiales continuarán con las investigaciones para determinar el autor de este crimen que ha enlutado al corazón de la Amazonía, y que terminó con la muerte del ciudadano canadiense Sebastian Paul Woodroffe, a quien lo sindicaban como autor del crimen.