Ciencia con conciencia y más atención a la ecologíaEl mundo está mal repartido, pero con sentido común se podría conseguir agua para todos. El cardenal Lluís Martínez Sistach afirma que “existe tecnología suficiente para proporcionar agua de calidad adecuada a toda la población mundial”.
Persisten grandes desigualdades en la disponibilidad del agua potable: países en donde el consumo de agua es de 580 por día y persona, mientras que en otros es de diez litros.
Se estima que 900 millones de personas no tienen acceso a un agua potable segura, y que 200 millones de personas viven en zonas donde no existe un saneamiento adecuado de las aguas.
El cardenal emérito de Barcelona lo dijo en la presentación del libro sobre ecología y grandes ciudades que presentó él mismo este miércoles en el Centro Superior de Investigaciones Científicas en Barcelona (http://www.csic.es/) . El libro recoge una salutación del Papa Francisco en la que pide responsabilidad y lamenta la indiferencia ante los retos ecológicos que afligen a la naturaleza y a tantas personas vulnerables.
El libro, fruto de un congreso en Brasil organizado por la Fundación Antoni Gaudí para las Grandes Ciudades, recoge ideas sobre la necesaria “conversión ecológica” y apunta a iniciativas que desde la Iglesia se llevan a cabo en el campo del agua, la atmosfera y los residuos.
Ciudades como Buenos Aires o Río de Janeiro están afrontan retos como el deterioro ético y cultural que acompaña al deterioro ecológico.
Lo dice el Papa: la tierra se está convirtiendo en un “inmenso depósito de porquería” consecuencia del “modelo actual del desarrollo y de la cultura del rechazo”. Ante esto, tenemos una “deuda ecológica” por parte de países ricos (LS, 51).
El cardenal añade que el ritmo de consumo, de malbaratamiento y de alteración del medioambiente son preocupantes y es necesaria una acción propositiva por parte de los creyentes.
El libro Laudato Si’ y grandes ciudades: Propuestas para una ecología integral, editado por Catarata https://www.catarata.org/ , recuerda que el problema de la gestión inadecuada de los residuos es muy grave en grandes ciudades en países de desarrollo.
“Lamentablemente estas actividades se realizan sin ningún control técnico ni sanitario. Son necesarias medidas para la recogida selectiva y el reciclaje por parte de las autoridades”, insiste el purpurado.
“Hay familias que viven en montañas de residuos, lo que crea unas condiciones pésimas de vida para todos, pero especialmente para los niños”, denuncia el cardenal, que invita a cuidar la naturaleza y a administrarla sin explotarla.