“Eso nos lleva de vuelta a 1933, cuando Hitler tomó el poder en Alemania. Y sabemos cómo terminó aquello”, dijo el padre Jakob Rolland, de la Iglesia católica de IslandiaLíderes de las comunidades cristiana, musulmana y judía en Europa han viajado a Islandia para expresar su oposición a una propuesta de ley que prohibiría la circuncisión de chicos en este país.
De ser aprobada, la ley, que fue propuesta por siete miembros del parlamento islandés en febrero, expondría a los padres que dispusieran la circuncisión de su hijo varón a hasta seis años de prisión.
El padre Jakob Rolland, canciller de la Diócesis católica de Reikiavik, junto con otros representantes de grupos religiosos reunidos en la conferencia en Reikiavik esta semana, manifestó en Catholic News Service que la Iglesia se opone a esta propuesta de ley.
“Si este proyecto de ley sale adelante, significaría la persecución regular del pueblo judío”, afirmó el padre Rolland. “Eso nos lleva de vuelta a 1933, cuando Hitler tomó el poder en Alemania. Y sabemos cómo terminó aquello”.
El rabino Moché Lewin, vicepresidente de la Conferencia de Rabinos Europeos, afirmó que la ley propuesta implica una “ruptura con la historia del pueblo judío”, informó CNS.
“La circuncisión y la identidad de un niño judío son inseparables”, afirmó el rabino Lewin, a lo que añadió que la propuesta de ley “se sentiría como un mensaje de que el judío no tiene futuro en Europa”.
La defensora del pueblo islandés para los niños, Salvör Nordal, también habló en la conferencia para decir a los reunidos que considera que el tema de la circuncisión es un tema de derechos humanos.
“La circuncisión realizada sin necesidad médica a un individuo que no puede consentir la operación viola los derechos de ese individuo, especialmente cuando la operación es tanto dolorosa como irreversible. No existen razones médicas para circuncidar a niños en los países nórdicos”, afirmó, según informa Iceland Monitor.
Mons. Duarte da Cunha, secretario general del Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas, denunció la propuesta de ley sobre la base de que discriminaría a los pueblos judío y musulmán.
“Si la propuesta se convirtiera en ley, no solo sería una violación del derecho humano fundamental a la libertad de religión o creencia, sino que también se percibiría como una señal de que las personas de origen judío o musulmán ya no son bienvenidas en Islandia”, expresó Mons. da Cunha en su declaración.
Aunque Islandia solamente tiene 250 ciudadanos judíos y 2.000 musulmanes, a los líderes religiosos les preocupa que, de ser aprobada la propuesta, pudiera ganar fuerza una medida similar en Dinamarca y otras partes de Escandinavia, donde hay cientos y miles de musulmanes.