¿Cómo saber si tengo un compañero tóxico?
La mayoría de las personas cambiamos de trabajo por una mala experiencia en las empresas. Estas relaciones tóxicas con el equipo o jefe afectan al trabajo, pero también tienen consecuencias en otros aspectos de la vida.
La relación con la familia, el estado de salud, desarrollando síntomas como el estrés, el insomnio, la inseguridad, la fatiga o la baja autoestima.
Para tener una buena relación con tus compañeros de trabajo, tienes que evaluar la manera en la que te conectas con ellos y reconocer si existen problemas en su comunicación. En esta nota te contamos como puedes eliminar la comunicación tóxica.
Los errores a la hora de escuchar o de expresarse son sumamente importantes, ya que una mala comunicación puede convertirse en tóxica. En otras palabras, la comunicación tóxica se produce cuando a partir de una comunicación se generan conflictos, peleas, tensiones y discusiones.
¿Cómo saber si tengo un compañero tóxico?
Hay diversos comportamientos que se salen de la norma. Estos enturbian el ambiente de trabajo. Lo hacen cada vez más irrespirable. Un empleado es tóxico en el trabajo cuando:
- Duda de la capacidad de sus compañeros.
- Habla siempre en negativo.
- Genera conflictos.
- No asume sus errores.
- No colabora.
- Cambia de humor constantemente.
- Es pasivo y, a veces, no termina su trabajo.
- No habla sobre su intimidad y lo sabe todo de los demás.
Elementos que propician la comunicación tóxica
La comunicación tóxica en los lugares de trabajo se produce cuando se comenten los siguientes errores:
1. Interrumpir: Es probable que no te interese escuchar todas las opiniones de tus compañeros, pero lo peor que puedes hacer es interrumpir lo que el otro está diciendo. Si esto sucede, la otra persona se irritará y enojará, y por ende, nuestro trabajo se verá perjudicado.
2. Demostrar falta de interés: Desde el momento en el que manifestamos cuán poco interesado estamos en lo que el otro tiene para decir, se origina una ambiente donde reinan la apatía, el desinterés y el rechazo. La mayoría de los trabajadores prefieren tener como compañeros a personas receptivas e interesadas en escuchar con respeto sus palabras.
3. Desprestigiar a los demás: Minimizar los sentimientos y opiniones de otros es un comportamiento que tienes que evitar. De esta manera, lo único que provocas es una atmósfera de rabia, resentimiento e injusticia y, posibles conflictos futuros. Esto obviamente perjudicará a la empresa y a la actividad comercial, por lo que lo más conveniente es que cambies tu postura.
4. Tener la necesidad de aconsejar: Aunque los consejos son más que bienvenidos, a nadie le gusta tener a un consejero en el trabajo que nos dé sugerencias a diario y que no acepte opiniones opuestas. Aprende a dar consejos solo cuando te los pidan, no cuando se te ocurra darlos. Tarde o temprano, se generarán conflictos, y serás considerado por tus compañeros como una persona arrogante y poco abierta.
5. Ser juez: Si un compañero de trabajo te comparte algo de carácter íntimo o personal, lo que busca es apoyo, no ser juzgado. Si actuas de esta manera, tus colegas buscarán otro sostén y por sobre todas las cosas, evitarán contarte una sola cosa más sobre su vida.
6. No expresarse con claridad: Al ser parte de una empresa o de un equipo de trabajo las personas esperan escuchar nuestras propuestas u opiniones. Por esto, es importante que sientas la libertad de expresarte en las reuniones y expongas todo lo que tienes para decir. Quién sabe, a lo mejor tus ideas y pensamientos resultan beneficiosos tanto para el resto, como para la empresa.
Un remedio concreto: La asertividad
Se trata de aprender a manifestar nuestra opinión, de un modo respetuoso y no agresivo. El diálogo asertivo es la solución para liberarnos del excesivo orgullo personal y entrar en un nivel de sana comunicacion con los demás. Un cambio positivo en la relación con compañeros y jefes beneficia a todos, pues crea un entorno laboral más efectivo.
Partamos de la base que debes trabajar sobre nosotros mismos para adquirir nuevas habilidades que nos permitan afrontar con éxito el actual o futuro contexto laboral.
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