Una cita internacional con el voluntariado más grande de la Iglesia católica se desarrolló en Colombia, a fin de atender el clamor del papa Francisco de acoger a los venezolanos que se ven obligados a abandonar su Patria. En Europa, España es el principal destino adonde acuden en masa
La mayoría son hombres. El 40% viaja en grupo familiar. Otros prueban suerte y luego buscan a los demás para llevarlos consigo a un mejor destino, uno donde puedan sobrevivir y mejorar sus perspectivas de salud y laborales.
Muy pocos son ancianos. Menos del 7% del total del grupo. En masa parten de Venezuela en busca de una mejor calidad de vida. El 71% de ellos tiene edades que oscilan entre los 25 y los 49 años. La mitad superó la secundaria y una cuarta parte tiene estudios superiores.
Son algunas de las conclusiones que se desprenden del más reciente informe del Organismo de las Naciones Unidas para la Migración (OIM), que también emitió los resultados de la primera Matriz de Seguimiento de Desplazados sobre flujos de venezolanos en Brasil.
En el último lustro se evidencian cambios sustanciales en los procesos migratorios de los venezolanos, impulsados por el incremento de una crisis humanitaria nunca vista en la nación sudamericana.
El país sufre su peor momento desde la llegada al poder de Hugo Chávez, empeorado cada día con las políticas de Nicolás Maduro, cuyo gobierno finalmente reconoció la existencia de la crisis, aunque no la considera humanitaria.
Gobierno de Maduro reconoció que hay crisis
“No voy a desconocer la crisis. Es ridículo”, admitió el actual viceministro de Exteriores de Venezuela para América del Norte, Samuel Moncada, ante la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo secretario general -Luis Almagro- mantiene un preciso monitoreo y denuncias sobre la grave situación de la nación.
Y es que en los últimos años se intensificaron los flujos hacia los tradicionales destinos y hacia nuevas localidades en la región y el mundo. Bajo este contexto, en términos cuantitativos, España es el país de Europa preferido por la diáspora venezolana. Además, en esa nación desarrollada, alrededor de 200 mil personas nacidas en Venezuela fueron registradas en el año 2017.
El crecimiento de la población venezolana en esa región es exponencial, según dan cuenta las cifras correspondientes al período 2014 al 2015, cuando se experimentó un crecimiento del 3,3%; mientras que entre 2015 y 2016 el incremento fue del 8,6% y de 15,5% entre 2016 y 2017.
La mayoría son mujeres: 54%. Y del total de venezolanos en España, más del 60% (127.825) poseen nacionalidad española, situación ligada a la previa emigración de ese país hacia Venezuela. Pero no es el único país adonde acuden en masa: Italia y Portugal también reportan cada vez más grandes flujos; muchos de los cuales están habilitados para obtener ciudadanía europea.
Colombia es el principal receptor en Sudamérica
En el caso de Sudamérica, Colombia sigue siendo el principal destino. Aunque un alto porcentaje ingresan a la nación cafetera como vía para llegar a otros países, una situación que lejos de estabilizarse, también ha ido en crecimiento.
Las naciones adonde más acuden son: Ecuador, Perú, Chile, Estados Unidos, Panamá, México, España, Argentina, Brasil y Costa Rica, según las cifras oficiales manejadas por Migración Colombia (2017).
Además, OIM Colombia lidera la coordinación del Grupo Interagencial de Fronteras (GIF) del Sistema de Naciones Unidas, donde trabajan en conjunto con ACNUR, PMA y el Coordinador Residente en varias actividades.
Es también en Colombia donde se desarrolla el más descomunal trabajo de voluntariado de la Iglesia Católica, tanto con su red de acción social mundial, Cáritas, como con el Servicio Jesuita de Refugiados y una interminable lista de organizaciones sin fines de lucro inspiradas en ella.
Cáritas Internationalis se moviliza por Venezuela
Precisamente, para abordar la compleja situación se reunieron durante los días 24 y 25 de abril del 2018 en Bogotá representantes de las Hermanas Scalabrinianas y de las Pastorales Sociales Cáritas de Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Perú y Venezuela, convocados por Cáritas Internationalis en el Encuentro-Taller Interfronteras pro Venezuela.
En el documento al final de la reunión, facilitado por la presidente de Cáritas Venezuela a Aleteia, los organismos destacan que la realidad actual del pueblo venezolano “está marcada por el empobrecimiento sostenido de su gente”.
Lamentan en este marco que en los últimos cuatro años “se pasó del 40 al 87 por ciento de población en situación de pobreza”, algo afectado además por un “proceso inflacionario creciente” que genera exclusión, inequidad y empobrecimiento. Cifran el alto número de venezolanos que salen de su país en búsqueda de nuevos horizontes “en aproximadamente cuatro millones de personas”.
Sin embargo, también constatan “con gozo y esperanza” que a lo largo de América Latina y el Caribe, hay una presencia activa de Congregaciones Religiosas, Pastorales Sociales Cáritas, Movimientos, comunidades de base, grupos apostólicos, otras Iglesias Cristianas, organizaciones sociales y populares que han hecho un compromiso a favor de las y los migrantes venezolanos.
En este sentido, invitan a reafirmar la fe en Dios compasivo y misericordioso “que nos interpela a acoger, proteger, promover e integrar a todas las personas que se han visto forzadas a emigrar de Venezuela hacia otros países de la región”; y animados por el espíritu cristiano alientan a los Gobiernos, diversos poderes del Estado, políticos “y a todos los servidores públicos a reconocer a todas estas personas migrantes como sujetos de derechos, según los mecanismos de protección internacional”.
Piden igualmente a los ciudadanos y a la sociedad civil que “acoja fraternalmente y no estigmaticen a las personas que emigran, siendo conscientes que ellas y ellos no son responsables de las situaciones que ocasionan estos procesos migratorios”.
No obstante, el Papa Francisco clamó durante su mensaje pascual por Venezuela, que “vive en una especie de ‘tierra extranjera’ en su propio país” y pidió a Dios que los venezolanos encuentren la vía “justa, pacífica y humana para salir cuanto antes de la crisis política y humanitaria que lo oprime, y no falten la acogida y asistencia a cuantos entre sus hijos están obligados a abandonar su patria”.