Actualmente existen tres escuelas de reinserción en el país sudamericano que han beneficiado a 2.400 alumnosMarco Antonio, de pelo negro y liso que le llega hasta los hombros, tiene 17 años y solo cursó hasta primer año de la secundaria. En Chile se conoce como enseñanza media y donde se cursan cuatros años. “Me echaron y ningún colegio me acepta”, expresa a través de un breve diálogo que reconstruimos a continuación.
-¿Qué te dijo tu mamá cuando te echaron del colegio?
-“Me retó harto (sic) y tratamos de entrar a otros colegios pero no hubo caso”
-¿Qué has hecho estos años?
-Ayudo a un tío en trabajos chicos, como recolección de fruta, en construcción o pintando casas”.
¿No te gustaría estudiar alguna carrera, por ejemplo, algo relacionado con la construcción?
Levanta los hombros, me mira y dice: “Sí, ¿pero qué hago si no me aceptan en el colegio?”.
Marco Antonio es uno de los de 195.000 niños y jóvenes que no asisten al colegio. Los últimos datos reflejan que entre 2014 y 2016, hubo 779.699 repeticiones, considerando que hay cerca de 3,5 millones de escolares.
La Fundación Súmate del Hogar de Cristo, vinculada al famoso santo chileno Alberto Hurtado, trabaja con niñas, niños y jóvenes que se encuentran en situación de pobreza, vulnerabilidad y exclusión, trabaja en colegios de “segunda oportunidad”.
En radio Cooperativa, Liliana Cortés, directora ejecutiva de Fundación Súmate del Hogar de Cristo, explicó que estos niños y jóvenes no desaparecen de un día para otro del sistema escolar “en cuyas vidas se ha ido configurando una historia de fracaso escolar y de trayectorias interrumpidas que finalmente culmina en la deserción escolar”.
“En definitiva es la reacción ante las condiciones que nosotros mismos hemos creado en el sistema escolar”, agregó.
Para Cortés se trata de jóvenes con un alto potencial de desarrollo y que en las escuelas de “segunda oportunidad” pueden reinsertarse y así entrar a institutos profesionales o universidades y estudiar alguna carrera profesional.
Estos jóvenes o niños necesitan un apoyo especializado porque han vivido experiencias frustrantes y se han ido quedando atrás en los contenidos y en la sociabilización. El costo de atender a este grupo llega casi a los 405 dólares mensuales por niño, de los cuales 129 dólares provienen del Estado chileno.
Actualmente existen tres escuelas de reinserción en Chile que han beneficiado a 2.400 alumnos. En tanto, Súmate ha instalado cuatro recintos en Santiago y uno en Lota, en los cuales reciben a cerca de 700 jóvenes.
Para los expertos en el área de educación es necesario que Chile instaure un sistema de alerta temprana para conocer los casos y las causas del abandono del sistema escolar.