Una tierna y divertida película española que debería ser casi obligatoria en las escuelasEmpecemos por aclarar que esta es de esas escasas películas cuyo visionado debería ser obligatorio en los centros de enseñanza. Contiene una lección de vida, amor e integración que, como sucede en ocasiones, por más que alguien se empeñe no es sino hasta verlo en una pantalla que adquiere toda su dimensión.
En esencia “Campeones” (Javier Fesser, 2018) nos cuenta cómo tras una serie de infortunios un entrenador de baloncesto se ve obligado, por sentencia judicial, a llevar a cabo una labor social con un grupo de discapacitados intelectuales de diversa condición, preparándoles para que participen en una liga de baloncesto. Casi ninguno de ellos es capaz siquiera de botar el balón. El reto es más que duro. Pero como en otras ocasiones hemos visto en el cine el camino de aprendizaje que muestra la película no es tanto el de los alumnos del protagonista como el de éste mismo o con frecuencia del propio espectador.
El camino para tratar de sacar punta a un equipo con más voluntad que capacidad (para el deporte, aclarémoslo pronto) será arduo pero nos permitirá al recorrerlo conocer a nuestros compañeros de viaje, adentrarnos en sus limitaciones y sus ilusiones pero también tener claro que el propio entrenador a la fuerza (como trasunto del propio espectador), en su “ausencia de discapacidad” puede ser quien más deba luchar primero por descubrir y reconocer que él también tiene una discapacidad. También las incapacidades emocionales trazan fronteras que dificultan llevar una vida “normal” (y aquí pongan todas las comillas que quieran junto a las mías).
Narrada en otro tono la película habría resultado un drama de los que te hacen pasar gran parte del metraje con un nudo en la garganta y el corazón en un puño, por recurrir a los manidos tópicos, pero la recomendación más habitual que escucharán sobre “Campeones” es que te sorprenderás llorando de risa en un instante y de pura ternura en el siguiente.
Y quizá ahí es donde radica el gran secreto (o “Secdleto de la tlompeta”, por citar el título de un hilarante cortometraje del director de este largometraje) de lo que transmite esta historia: todo lo que creíamos saber sobre discapacidad está equivocado si no asumimos la escala de valores de quienes anteponen a lo físico o lo intelectual algo tan sencillo como el amor a los demás, sean como sean, y la capacidad de hacer las cosas por el mero placer de hacerlas y pasarlo bien haciéndolas.
Con la bocina final del último partido que juegan los protagonistas comprende el espectador, con la misma cara de pasmo que el protagonista, la auténtica lección que le dan sus alumnos y que el director camufla en el título. Descubriremos entonces que hay algo mejor, mucho mejor, que ser campeones.
Y querremos que aquellos a quienes amamos vean esta película para que disfruten como nosotros de la sonrisa y la vida y, justo es reconocerlo, de un casting mágico (todos los integrantes del equipo son discapacitados reales, ninguno de ellos es actor profesional) que traslada al espectador una inocencia y una ternura inéditas en el cine, un elenco repleto de honestidad pero que al mismo tiempo en manos de Fesser (revisiten sus anteriores filmes “El milagro de P.Tinto”, “La gran aventura de Mortadelo y Filemón”, “Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo”) se transforman casi en personajes de cómic al servicio del humor como método para ofrecer una lección de vida, integración y normalidad quizá más necesaria que nunca.
Ficha Técnica
Título original: Campeones
Nacionalidad: Española
Año: 2018
Género: Comedia, Deportes, Discapacidad
Director: Javier Fesser
Guión: David Marqués y Javier Fesser
Música: Rafael Arnau
Fotografía: Chechu Graf
Intérpretes: Javier Gutiérrez, Athenea Mata, Juan Margallo, Luis Bermejo, José de Luna, Sergio Olmo, Jesús Vidal, Gloria Ramos, Alberto Nieto, Julio Fernández.