Seguramente alguna vez te ha llegado esta imagen a tu teléfono móvilCada vez que ocurre una nueva tragedia en los conflictos de Siria o de Gaza, comienza a circular a través de las redes sociales y de WhatsApp esta emotiva foto de una niña tapando los ojos a su muñeca.
Ilustra de vez en cuando fake news y, de esta manera, la difusión de esta fotografía crece más y más, como una bola de nieve.
Pese a ilustrar historias falsas, lo cierto es que la verdadera historia de esta imagen no deja ser conmovedora.
Fue realizada por el fotógrafo turco Fatih Özenbaş que trabaja para Atlas y National Geographic. Capturó aquel instante en 2007 cuando Zeliha (nombre de la niña) tení dos años.
“Me llamó la atención lo bonita que era la niña y, aunque era muy pequeña, entendió que iba a hacerle una foto porque me acerqué a ella y a su madre para pedirles permiso. Su muñeca, vieja y sucia, tenía los ojos extraviados, así que tuvo el impulso de taparlos para que no salieran en el retrato”, comentó el fotógrafo en una entrevista telefónica a la revista Verne.
Özenbaş, no es fotógrafo de guerra, sino de paisajes y naturaleza. Se encontraba en las montañas de Bursa (Turquía) cuando encontró a la niña, y desde aquel día nació una linda amistad entre las familias de Fatih y la de Zeliha.
Después de esa famosa toma, el fotógrafo regresó y regaló a la niña una muñeca nueva y todos los meses se acerca junto a su familia a llevarle ropa y comida, para ella, sus cuatros hermanos y sus padres que viven en condiciones muy precarias.
Y esta es la verdadera historia de la niña de la foto y la de un fotógrafo solidario que ante la belleza de los ojos inocentes de esta dulce pequeña y su extrema pobreza no pudo darse la vuelta ni olvidarse de ella. Quiso ayudarla e intervenir en su historia.
Ahora Özenbaş se considera como un padrino para ella que se ha convertido en su modelo favorita.
Fuente: Verne