El país sudamericano y una nueva “radiografía” de la familia a través de los resultados del CENSO donde la mujer cobra un rol protagónico Chile tiene 375.000 mujeres más que hombres, según la cifra que arrojó el CENSO 2017. Más hogares pero más pequeños, cuatro de cada diez familias tienen a la mujer como Jefe de Hogar; este dato visibilizó el importante protagonismo que ha ido tomando la mujer en los últimos 10 años en la sociedad y desarrollo de Chile.
“Me divorcié hace 4 años y estoy separada hace más de 10. Desde ese momento me hice cargo del cuidado de mis hijos y todo lo relativo a la casa como comida, pago de cuentas, traslados de los niños al doctor o casas de amigos. Además de trabajar, con horario flexible, en una empresa”, relata Paula de 44 años a Aleteia.
Paula es una de las jefas de hogar que viven en el Chile actual, donde debe compatibilizar todo lo que implica el hogar y el mundo laboral. Ella se vio enfrentada a entrar a trabajar de forma debido a una situación que derivó en el drama del divorcio.
“Si no me hubiera separado habría seguido trabajado de forma informal, vendiendo ropa o cremas. Una vez divorciada, donde te vez sola frente a todo lo que debes asumir como es el pago de cuentas tuve que entrar a una empresa que me permitiera flexibilidad en el horario y así ir a buscar y dejar niños”, expresa.
“Es difícil para las mujeres compatibilizar trabajo y casa, aun estando casada o en pareja, porque aquí se ve que es una quien debe asumir toda la casa y cumplir con las metas de ventas en mi caso. Chile no tiene redes o estructuras que permitan hacer más “fácil” por así decirlo el trabajar y tener familia”, indica.
“¿Quién cuida a los niños cuando llegan del colegio si no tienes a alguien que te ayude en casa? Los horarios laborales son extensos. Por esto se han abierto los llamados after school, colegios o jardines infantiles que acogen a niños que terminan el colegio y los cuidan y hacen tareas hasta cuando tú puedas ir a buscarlos, a las 6 o 7 de la tarde. Pero eso no es bueno para un niño, sale de su casa a las 7:30 de la mañana y no volverá hasta 12 horas después. ¿Eso es lo que queremos?”, expresa Paula, al tiempo de cerrar sus ojos y respirar largamente como esperando una respuesta.
Otro dato relevante del CENSO es la disminución en la natalidad, el promedio de hijos nacidos por mujer es de 1,3 niños (en 1982 era de 2,7 niños) siendo la más baja de Latinoamérica.
“Casarme y tener hijos no es una prioridad en este momento. Quiero realizarme profesionalmente, tengo pensado iniciar un magister en comunicaciones y después radicarme fuera de Chile algunos años. Tener una familia es importante pero no es mi prioridad”, nos cuenta Camila de 30 años sin pareja en la actualidad. “Yo veo como mi mamá no estudió por cuidarnos a nosotros, no quiero que me pasé eso”, sentencia Camila.
Ante la pregunta que si ella crees que su mamá se encontraba arrepentida de la decisión de cuidarlos y no tener tan buenos trabajos. Camila nos dice: “No para nada, ella está feliz con nosotros. Lo que pasa es que yo no me veo con guagua (bebé), y todas las responsabilidades que implica”; por esta respuesta podemos inferir que el problema no es tener hijos, sino que es el temor a la responsabilidad que esto implica.
Como sociedad debemos hacer un cambio profundo en cuanto a la compatibilización trabajo y familia como también compartir roles al interior de ésta. Pero también el Gobierno debe tomar medidas para que la mujer pueda cumplir, sin sobre exigencias, en el cuidado de los niños y en el trabajo; porque como dijo el papa Francisco “los hijos son un Don, son un regalo de Dios”.