La Iglesia reiteró que no hay condiciones mínimas para la realización de un proceso comicial confiable el 20 de mayo en la nación sudamericana, pero desmintió que suspenderán las celebraciones litúrgicas del domingoSe ha vuelto tristemente común la circulación de toda clase de cadenas con mensajes de WhatsApp en las que con sorprendente facilidad se viralizan rumores e informaciones falsas. También circulan los bulos con supuestos anuncios de la Iglesia que terminan generando dudas o confusión en los fieles.
En esta ocasión, circuló un mensaje en Venezuela el que se indicaba: “Me acabo de enterar que las Iglesias no ofrecerán sus servicios religiosos el día domingo; y en su defecto lo harán el sábado, a fin de que los ‘fieles y no fieles’ no salgan de sus residencias el día 20 (de mayo, cuando se celebran elecciones presidenciales)”.
“¡Así es que no inventen y manténganse en sus hogares, tomando sus previsiones de alimentación y no darle la oportunidad al ‘susodicho’ (Nicolás Maduro) de que haya gente en la calle y se la endose” al proceso comicial. “Por favor, un día de reposo absoluto, no salir a la calle”, culminaba la nota.
El primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), Mario Moronta, salió al paso y envió un mensaje en el que dejó claro que se trataba de una noticia falsa. No obstante, reiteró la posición de la Iglesia con respecto a la ausencia de garantías en el venidero proceso ordenado por la Asamblea Constituyente, calificada de inconstitucional por los obispos.
“¡Atención! Circula por las redes la noticia de que se habría determinado que el próximo domingo no habrá celebraciones eucarísticas en ninguna Iglesia en Venezuela. Algunos las difunden mostrando beneplácito. Es falsa esa noticia”, escribió en la aclaratoria enviada a Aleteia.
Y a renglón seguido agregó: “Los Obispos han dado a conocer la posición frente a las elecciones y se ha pedido que el 20 de mayo –Solemnidad de Pentecostés- se intensifique la oración por Venezuela pidiendo la ayuda del Espíritu Santo. Por favor, no hacerse eco de falsas noticias y rumores sin veracidad”.
“Votar o no votar”
Aunque en tónica distinta pero con la misma intención de aclarar, circuló un mensaje del cardenal arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Sabino, en el que indicó: “No es cierto que los obispos venezolanos estamos llamando a no votar. Ante estas próximas elecciones, los obispos hemos emitido el pasado 23 de abril un documento en el cual, en vista de la crisis socioeconómica y política que vive Venezuela y que golpea sobre todo a los más pobres, pedimos postergar las elecciones”. Decimos textualmente, recordó:
“Ante problemas humanos de tal magnitud, se deslegitima la realización de las elecciones presidenciales, convocadas para el próximo 20 de mayo. Tal como están concebidas, sin las suficientes garantías que identifican todo proceso electoral libre, confiable, transparente, con innumerables inhabilitaciones de posibles candidatos, lejos de aportar una solución a la crisis que vive el país, pueden agravarla y conducirlo a una catástrofe humanitaria sin precedentes. Por tanto, es urgente su postergación para el último trimestre del año” (23-04-2018). Esta posición, insistió, “ha sido reiterada hace dos días por la Presidencia de la Conferencia Episcopal”.
“Es decir: creemos que estas elecciones no deben realizarse ahora, y que no ofrecen garantías de equidad y transparencia para los candidatos de oposición. Por ello, entre otras cosas, exigimos la postergación de su realización para el último trimestre de este año. Pero no estamos llamando a la abstención. Que cada quien decida participar o no de acuerdo a su conciencia”.
Posteriormente señaló: “Invito a todos los creyentes a concurrir a nuestros templos el sábado 19 y domingo 20, Día de Pentecostés, para pedir al Espíritu Santo por la paz en Venezuela y para que los venezolanos podamos resolver nuestros conflictos de manera pacífica y sin violencia”.
Desestimular el voto es “delito”
Y es que según la rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE), Sandra Oblitas, está prohibido “desestimular el llamado a la participación en los electores”. La ironía es que en 1995, cuando el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, liderado por el golpista y futuro presidente Hugo Chávez, decidió no participar en los comicios, desde esa tolda llamaron a la abstención.
Aunque la legislación venezolana no establece como un hecho punible la abstención de participar en procesos electorales, algunos altos funcionarios sugieren que se trata de un “delito”.
Eso, a pesar de que el artículo 62 de la carta magna venezolana garantiza a “toda persona que se encuentre en territorio venezolano, hombre o mujer, mayor de edad” que “tendrá la capacidad de intervenir o colaborar sin ninguna restricción en las materias o asuntos jurídicos que sean de carácter público”.
El mismo Nicolás Maduro lanzó amenazas al respecto en octubre de 2017 frente a otro proceso electoral, cuando sentenció: “De manera criminal se ataca al sistema electoral, y los que lo atacan así tienen que pagar”.
Llevó su advertencia más lejos advirtiendo: “Me comprometo a que haya justicia (contra) quienes pretenden vulnerar el proceso electoral. Me declaro en batalla legal, constitucional, política y electoral contra los que pretendan… enfrentar el sistema electoral venezolano”.
La Iglesia ratifica el pedido
La Iglesia por su parte se ha mantenido firme en sus llamados, así como en la defensa de la vida y la superación de la gravísima crisis humanitaria que afecta a los venezolanos. No en vano, el pasado 14 de mayo ratificó que “no se puede anteponer el interés de pequeños grupos políticos, ante el interés de la gran mayoría de la población venezolana”.
Bajo este argumento, señaló: “Nuevamente pedimos públicamente la postergación de estas elecciones para el último trimestre del año, aunque estemos a pocos días del 20 de mayo, día señalado para las mismas”.
Pedimos al Espíritu Santo “que guíe las mentes y los corazones de los venezolanos, para que ratifiquemos nuestro servicio al país y su gente, entendiendo que la democracia y sus valores se perfeccionan si las condiciones de convivencia, de desarrollo y de la vivencia del bien común favorecen a todo el pueblo”.