Estos 6 consejos te ayudarán a darle a tu peregrinación un estilo fuera de este mundo ¿Estás planificando viajes? Es buena idea comprobar si hay un santuario religioso cercano a tu destino y hacerle una visita. ¿Estás en carretera y ves una señal hacia un lugar religioso? Quizás Dios te esté invitando a detenerte y renovarte espiritualmente. Sin embargo, cuando vayas de visita, ¿cómo deberías prepararte? ¿Qué hay que hacer? Aquí tienes una guía para tu peregrinación.
1. Aprende sobre el lugar
Con el poder de los smartphones, el conocimiento está más al alcance que nunca. Busca en Google el nombre del santuario y visita su sitio web. Lee algo de la información disponible en su web o en otros artículos que podrás encontrar en varias plataformas católicas (como Aleteia). Si no tienes tiempo para una búsqueda en Internet, detente en el centro de bienvenida del santuario y comprueba si tienen un panfleto informativo. Cuando sepas más sobre el lugar, podrás valorar mejor su significado cuando lo visites.
2. Celebrar los sacramentos
La mayoría de los santuarios ofrecen misa diaria y tiempos de confesión. Muchas personas encuentran atractivo celebrar el Sacramento de la Penitencia en un santuario porque son peregrinos de paso junto a otros muchos y no conocen al sacerdote. Escuchar confesiones en santuarios se convierte en un carisma para el sacerdote y probablemente no confesarás nada que no haya escuchado antes. Si hay algo que te pesa en el alma, déjalo atrás con tus vacaciones y olvídalo para siempre rindiéndolo a la misericordia de Dios.
3. Pasa tiempo en oración
Cuando visites un santuario, es importante que pases tiempo en oración. Eso es lo que diferencia una peregrinación a un lugar sagrado de una parada turística por vacaciones. Normalmente, habrá un lugar dedicado a la devoción donde la mayoría de los peregrinos se detienen durante un rato y ofrecen sus oraciones a Dios. Además, en ese punto quizás haya una oración específica para el santo al que reza el peregrino. Los santuarios siguen existiendo porque Dios ha escuchado las oraciones de los peregrinos a lo largo de los años. Asegúrate de tener una intención en mente por la que quieras rezar. Quizás sea para ti mismo o para alguien que esté enfermo o sufriendo.
4. Enciende una vela
Los santuarios normalmente tienen zonas votivas devocionales donde otros peregrinos anteriores han encendido velas. Ver sus velas es un excelente recordatorio de que muchas personas han rezado por sus intenciones en su visita unas horas o días antes que tú. Y como esos peregrinos, tú también te irás en tu coche y continuarás tu camino. Sin embargo, la vela permanecerá como signo de que tu oración continúa incluso después de haber abandonado el lugar sagrado. Mira en la tienda de regalos para ver si tienen una tarjeta que puedas regalar a la persona por quien encendiste la vela. Es un gesto sencillo que significará mucho para esa persona o te traerá paz a ti.
5. Explora los alrededores
No olvides echar un vistazo alrededor del santuario también. Quizás haya otras áreas devocionales y estatuas fuera. O quizás haya caminos de oración para las Estaciones de la Cruz o el Rosario. Algunos santuarios cubren mucho territorio y tienen mucho que ver. ¡No te pierdas nada!
6. Visita la tienda de regalos
¿A quién no le gusta curiosear por una tienda de regalos y llevarse un recuerdo de su visita al santuario? Quizás puedas enviar también una postal a un amigo o familiar. Probablemente no tengas oportunidad de ir a muchas tiendas religiosas, así que tal vez sea el momento adecuado para adquirir el próximo regalo de Primera Comunión o de Confirmación. Recuerda que las tiendas de regalos en los santuarios, a diferencia de las tiendas de recuerdos turísticas, a menudo apoyan la misión y mantenimiento del santuario con los beneficios de las ventas.
Visita un santuario que no conozcas o vuelve a alguno de tus favoritos. Te alegrarás mucho de haber hecho esa parada, porque Dios te concederá muchas gracias.
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